Una semana íntegra de trabajo y sin contratiempos físicos. Saulo Hernández, técnico del CB Zamora, ha dirigido una semana que todo entrenador desea: sesiones todos los días de la semana y ausencia de problemas físicos antes de afrontar el partido más importante de la temporada para el conjunto blanquiazul. No obstante, una derrota ante CB Tormes deja al CB Zamora sin opciones de fase de ascenso, mientras que una victoria les deja aún vivos en la pelea. Y es que si la victoria es por más de siete puntos se pondrán segundos, mientras que si la victoria es por debajo de esos guarismos seguirán necesitando un tropiezo más de los charros.
“La primera idea que tenemos en el vestuario es la de ganar. Estamos escuchando toda la semana que hay que ganar por ocho puntos. Pero hay que tener en cuenta que jugamos ante un gran equipo y que si perdemos se acabó. Si ganamos de menos de ocho todavía quedan dos jornadas y puede pasar de todo. Por lo tanto, lo que planteamos es ir a ganar. A partir de ahí, si en el último minuto tenemos opciones de sacar el “average” pues fenomenal. Pero en ningún caso salimos pensando en ganar por más de siete y ya está”, declaraba el técnico zamorano en las últimas horas a este diario digital.
La plantilla blanquiazul es consciente de que será un encuentro complicado por el potencial del rival y también por el ambiente festivo que se vivirá en el pabellón de Wurzburg. En este sentido, Hernández añadía: “A priori se espera un ambientazo. Si se cumplen los pronósticos puede ser uno de los partidos de Liga EBA con más ambiente de los últimos tiempos en este grupo. Por eso, me gustaría que el arbitraje no se dejase intimidar y que el ambiente que va a haber en el pabellón no decante la balanza”.
Hay que recordar que en la ida el CB Zamora perdía por siete tantos en un encuentro que se fue a un tanteador muy bajo (50-57). Precisamente, sobre ese partido y sobre qué hay que hacer bien para ganar a Tormes también habla Saulo Hernández: “Recuerdo que en la ida hicimos bien las tres cosas que considerábamos que eran claves: para su rebote ofensivo, evitar sus transiciones rápidas y parar a Austin, su mejor jugador. El problema de la ida es que ellos también estuvieron muy bien y detuvieron nuestras armas para dejarnos en solo 50 puntos. Está claro que firmaría ahora mismo dejarles como en la ida en 57 puntos porque eso supondría tener serias opciones de triunfo”, finalizaba Hernández.
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