Los seguidores rojiblancos disfrutan del mejor Zamora

El juego ofensivo de los suyos permitió a la grada disfrutar frente a un rival de otra categoría. El Dépor se encontró superado ante un Zamora Club de Fútbol que encontró su recompensa a los diez minutos de empezar con un buen gol de Adri Herrera.

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Tarde de disfrute y frío para los aficionados zamoranos que acudieron al Ruta de la Plata. Filomena no pudo con las ganas de unos seguidores que decidieron acudir al feudo de su equipo para disfrutar de los suyos frente al Deportivo de La Coruña.

Nada más arrancar ya empezaron las alegrías locales. Guille Perero primero y Adri Herrera después tuvieron dos buenas acciones antes del minuto cinco, arrancando aplausos en la grada, pero el estallido tardó cinco minutos más en llegar.

Herrera aprovechó su titularidad para demostrar su calidad y firmó el 1-0 a los diez minutos de empezar. Nada más acariciar el balón las redes la grada rompió a aplaudir de alegría por el tanto que dejaba a los suyos por delante frente a un rival que hace poco estaba en Primera División.

El resto de la primera parte fue un constante de buenas sensaciones para los zamoranos. Su equipo estuvo volcado en ataque y pudo aumentar su renta en algún que otro disparo con el que Carlos Abad tuvo sus complicaciones. Pero también hubo tensión, especialmente a cargo de Mapisa. El guardameta se quiso lucir y se complicó más de lo debido, arrancando gritos del Ruta de la Plata, aunque no pasaron de ahí y el marcador reflejó el dominio local al irse al descanso.

El segundo tiempo trajo más inquietud entre la afición. El Dépor ganó unos metros y el Zamora lo notó, pero los ánimos volvieron a caldearse con una falta de Bergantiños sobre Juanan que se saldó con amarilla para el capitán gallego. El Zamora CF tuvo opciones de anotar el 2-0 en una jugada que Carlos Ramos definió demasiado fuerte, mandando el esférico a la grada.

Los rojiblancos siguieron teniendo opciones, sacando aplausos en un partido grande donde la afición estuvo tensa y comprometida. Al final, la tarde de domingo no estuvo marcada en el Ruta de la Plata por el estado del césped o la nieve del día anterior, sino por unos seguidores locales que volvieron a sus casas con la alegría de haber vencido a un rival que, a pesar de lo visto en el terreno de juego, debería estar dos escalones por encima en el fútbol español. 

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