El Zamora pasará a engrosar en los próximos meses el grupo de clubes que son Sociedad Anónima Deportiva. Un grupo del que es indispensable formar parte si una entidad pretende competir en la Liga de Fútbol Profesional, salvo contadas excepciones.
Para algunos, una transformación que llega algo tarde, después de que hace algo más de una década se plantease entre los círculos empresariales de la provincia. Una posibilidad que se desestimó y que tras varias gestiones fallidas han dado con el club al borde del precipicio. Una deuda que a 30 de junio podría rondar los 340.000 euros y con el problema de una falta total de liquidez que impide negociar y hacer frente a las deudas más urgentes: el embargo de Puma y los pagos a jugadores y trabajadores.
En el primer caso, la urgencia reside en el embargo solicitado ante el juzgado, y en el segundo caso ante la posibilidad de que los jugadores denuncian a 30 de junio si no han visto satisfechos sus emolumentos. Ante esta situación, la directiva presentó las opciones ya consabidas.
A la hora de explicar la opción de la aportación económica del socio, los dirigentes hablaron de una cantidad de 300 euros que sería reembolsable en próximos años. Una propuesta que al ser votada apenas contó con una treintena de apoyos. Y es que quien más y quien menos era consciente de la dificultad de que salieran mil personas que pusieran esa cantidad.
La siguiente propuesta fue la de la conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Era la propuesta que más seducía a la mayor parte de los socios ante la incapacidad del zamorano de a pie de sacar la situación adelante. Como muestra, los escasos 4.000 euros recaudados en la cuenta solidaria (en su mayor parte procedentes de fuera de la provincia). Una opción que tomó aún más fuerza cuando el tesorero del club, Manuel García, reconocía que un grupo inversor se había puesto en contacto con el club para interesarse por su gestión. Eso sí, con la condición indispensable de su conversión a SAD.
“Nos han dicho que pagarían la deuda del club y diseñarían un proyecto social y deportivo para pelear por el ascenso desde el primer día”, desvelaba el tesorero, que no daba más datos “por respeto a este grupo inversor”. No obstante, no se trata del único grupo interesado, ya que habría habido más contactos días previos, aunque algo más informales. La respuesta de los socios fue abrumadora: 114 votos a favor, 7 abstenciones y 5 en contra. Hay que apuntar que la presencia de socios fue mayor que en otras ocasiones, pero solo los socios de número tenían derecho a votar.
De esta forma, en próximas fechas, a partir del 1 de julio, se iniciarán los trámites de la conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Los detalles sobre los grupos inversores que deseen hacerse con el control de la entidad y la forma de poner a la venta las acciones, intentando dar prioridad a los socios del Zamora, se conocerán en una reunión informativa que se convocará en próximas semanas una vez existan propuestas en firme.
El Zamora sigue vivo y se convertirá en SAD
Ante el escenario que se presentaba, los socios dieron su respaldo mayoritario a la conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva. Un respaldo apoyado en la información aportada por la junta directiva de que varios grupos, y uno con más vehemencia, habían mostrado su disposición de tomar las riendas en caso de que el club pasara a ser una SAD.
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