Los números siguen siendo incontestables a favor del Zamora en la nueva era de Carlos Tornadijo. Pese a que las sensaciones no acaban de ser positivas, la escuadra rojiblanca ha sumado 15 de 21 puntos posibles, con cinco victorias y solo dos derrotas desde que el entrenador burgalés se hiciera cargo del primer equipo rojiblanco. Este domingo llegaba una nueva victoria, otra vez por la mínima, y esta vez ante la Virgen del Camino. Por juego y control, los leoneses merecieron más, pero fue el Zamora quien se llevó tres puntos muy necesarios que permiten al equipo de la capital del Duero seguir en la pugna por las posiciones altas de la clasificación.
El Zamora estuvo errático durante todo el duelo. Descontrol defensivo, escaso manejo del centro del campo, incapacidad para trenzar jugadas, pelotazos sin sentido arriba y nula presencia en vanguardia. Además, los rojiblancos eran incapaces de controlar segundas jugadas cada vez que la Virgen del Camino colgaba balones al área del Zamora y los balones salían sueltos. Lo mejor para los locales fue el empate a cero al descanso. Berlana y Fer fueron los dos mejores en un equipo en el que debutaba el juvenil Chechi, cuajando un partido más que aceptable en el lateral diestro.
Tras el descanso, el Zamora no fue mucho mejor, pero al menos dejó trabajo. Dani Hernández, el mejor de la segunda parte, avanzaba al equipo a los cinco minutos de la reanudación con un zapatazo desde veinte metros que pilló adelantado al meta. Ahí tuvo sus mejores minutos el Zamora, pero no terminó de rematar. Un gol anulado de Silveira por fuera de juego y una ocasión marrada por el brasileño que tardó mucho en rematar dejaban con vida a una Virgen del Camino que seguía ofreciendo una buena imagen. Tanto, que Guille empataba el choque en el ecuador del segundo acto con otro zapatazo desde la frontal que se coló por la escuadra.
El Zamora no tenía argumentos, pero se encontró con un penalti claro sobre Ángel Encinar que además suponía la expulsión del capital leonés. Dani Hernández no perdonaba desde los once metros y hacía el 2-1, que a la postre sería definitivo. En los últimos minutos, el Zamora sufrió, pese a tener un hombre más, y tuvo que ir al otro fútbol, al de las pérdidas de tiempo, para aguantar un resultado vital en cuanto a la consecución de los tres puntos, pero con un juego que generó muchas dudas en una hinchada que sigue sin saber a qué atenerse con este equipo. De momento, la fase de ascenso sigue a seis puntos, tras un fin de semana en el que no falló ningún rival directo.
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