Un pésimo porcertaje en lanzamiento exterior y un arbitraje parcial privaron al Seguros Bilbao Taller Central Diesel de alcanzar un mejor resultado en su visita a la cancha del líder invicto. Un encuentro con una anotación bajísima donde las defensas primaron por encima de los ataques y que acabó por decantarse hacía el bando local por pequeños detalles.
La dureza de los salmantinos no fue medida por el mismo rasero por los colegiados del encuentro que permitian los contactos locales y castigaban con rigurosidad las acciones de un Seguros Bilbao al que tampoco acompañó su lanzamiento exterior.
Hasta en siete ocasiones, y en momentos decisivos del choque, los zamoranos fueron sancionados con faltas en ataque lo que hacía imposible los intentos de remontada de los orange black. Una vez más, el físico de los jugadores de origen africano, condicionó el criterio arbitral.
En el lado positivo cabe destacar la buena defensa realizada ante un equipo que promedia los 80 puntos pero ese desgaste defensivo hizo mella en los ataques de los chicos de Félix Campos que tenían serias dificultades para anotar. Campos alternó la defense individual con diferentes defensas zonales y consiguió reducer el poder anotador del Carbajosa haciendo que su rival tuviera la anotación más baja de todos los encuentros disputados hasta la fecha.
Pero de poco sirvió ya que el Seguros Bilbao cayó en la trampa tejida por el técnico local, que colapsó la zona para evitar la superioridad interior de los zamoranos. La ansiedad por culminar los ataques de manera satisfactoria jugó una mala pasada al Zamarat VDC que tomó malas decisiones en su ofensiva. El paupérrimo porcentaje en tiros de tres convertidos (1/16) hizo que los charros mantuvieran su ventaja en el marcador pese a los intentos de remontada visitante que siempre se quedaron en nada.
Al final, derrota del Seguros Bilbao Taller Central que les aleja un poco más de su rival a falta de tres encuentros para finalizar la primera vuelta. Los zamoranos salieron ovacionados del pabellón de Carbajosa que presentó una buena entrada, con un público entregado a los suyos, a los que no paró de animar en ningún momento.
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