Era uno de los viajes más esperados durante toda la temporada y la afición rojiblanca no ha defraudado. Una marea rojiblanca compuesta por más de 700 personas se ha dejado notar en las calles de León. La fiesta arrancó nada más pisar suelo leonés. La afición zamorana se dio cita en los bares del barrio húmedo de la ciudad y, a partir de ese momento, los cánticos no dejaron de sonar. Bufandas al viento, saltos y fervor en una jornada de hermanamiento con la afición de la Cultural y Deportiva Leonesa.
Pequeños y mayores, todos al unísono para alentar a los suyos en una gran cita. Una vez llenado el estómago, fue el turno de desplazarse hasta las inmediaciones del Reino de León para chocar las manos y desear suerte a los de Juan Sabas.
Día festivo y alegría inmensa. Ahora, ya en el estadio, se espera que ese júbilo continúe para celebrar una victoria.
El Municipal del Reino de León también lució sus mejores galas. No hay nada más bonito que ver un estadio lleno y si se añade la buena relación entre aficiones, la jornada es aún más redonda. Eso sí, una vez el balón en el verde, el buen ambiente se torna en la defensa de los escudos. Día grande, día de derbi y también día para dejarse la voz alentando al Zamora CF.

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