Después de la sonrojante derrota en casa ante el Celta, el Zamarat necesitaba retomar el vuelo este fin de semana visitando a un Córdoba colista y con un balance de tres triunfos y 20 derrotas.
Circunstancia que las de Ricardo Vasconcelos supieron aprovechar desde el arranque. Con un juego combinantivo y buscando dominar el rebote, las naranjas asfixiaron a unas andaluzas con problemas para hacer daño al Zamarat.
Muestra de ello fue el primer cuarto, donde desde el arranque las visitantes estuvieron por encima especialmente gracias a Nneka Ezeigbo. La pívot dominó a las rivales bajo el aro y permitió a su equipo irse con un cómodo 11-21.
El segundo cuarto arrancó con las zamoranas dominando de nuevo, generando mucho peligro y abriendo brecha con un parcial de 4-10 en tres minutos para poner el 15-31 en el marcador. Ventaja que supieron gestionar hasta el 23-38 al descanso.
Todo lo bien hecho en los primeros veinte minutos se torció en el tercer asalto. Las cordobesas saltaron con intención de cambiar su imagen y endosaron un potente parcial de 12-2 para poner el 35-40 y apretar el choque.
Pero la reacción de las de casa se quedó ahí, ya que solo lograron un punto más en unos minutos finales donde el Zamarat volvió a abrir brecha para irse al último cuarto con el 36-49.
Los últimos diez minutos volvieron a estar marcados por el dominio naranja. El Zamarat no quiso repertir el error previo y secó a las de casa con un parcial de 2-13 para sentenciar el partido.
Una victoria que terminaron de asegurar por 52-77 para volver a mostrar una sonrisa y dejar atrás la mala racha de las últimas semanas.
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