No era un partido para relajarse con la mente puesta ya en el play-off. La visita del Melilla La Salle -penúltimo en la tabla- era una prueba de fuego para un Zamarat que buscaba seguir creciendo de cara a la segunda fase de la temporada y que, sin duda, quería demostrar su poderío ante su afición.
En un ambiente caldeado a base de los aficionados con tambores, el pabellón Ángel Nieto fue cogiendo temperatura nada más comenzar. En un buen arranque, las naranjas se pusieron por delante antes de tener unos minutos con problemas en el lanzamiento, especialmente con una Nneka Ezeigbo menos eficaz de lo habitual.
Con problemas bajo el aro y para terminar de cerrar el rebote, el Zamarat sufrió para aumentar la ventaja y tuvo que conformarse con un 14-12 a los diez minutos, auspiciado especialmente gracias a los cuatro puntos de Knezevic, Ornella y Santana. Por su parte, Torreblanca y Tryggeds demostraron ser las grandes bazas melillenses con cinco puntos cada una.
Fue la propia Nneka la más destacada en el arranque del segundo cuarto, tapando el rebote y firmando un robo de balón bajo su aro para frenar a un Melilla en problemas y que se encontró con un parcial de 7-2 en cinco minutos. Desventaja para las visitantes que fue en aumento gracias al acierto del Zamarat desde la media y larga distancia, poniendo el 31-18 en el pabellón a falta de tres minutos y medio.
La alegría zamorana no cesó y Lahuerta levantó a la grada con un triple sobre la bocina, colocando el 35-18 y dejando claro que la relajación no estaba en la mente de su equipo. Haciendo daño con el juego interior, Lo fue vital para que el Zamarat rompiera los esquemas melillenses, buscando balones rápidos bajo canasta para irse al descanso con el 40-24.
Acompañadas de la grada, las zamoranas saltaron con ímpetu al parqué, pero hubo que esperar cerca de dos minutos para que Nneka anotase el primer punto desde el tiro libre. Pero a partir de ese momento el parcial fue favorable a Melilla con el 44-35 en el marcador. Tan solo cuatro puntos en siete minutos demostraron el mal momento naranja en el tercer cuarto, dando alas a unas azules crecidas en busca de la remontada. Eficaces desde la línea de tres, las visitantes fueron acortando la distancia hasta llegar al último cuarto con el 51-46 y todo por decidir.
La falta de puntería lastró al Zamarat en el último asalto, errando lanzamientos liberados y sufriendo para atrapar los rebotes. Pero la ventaja no menguó y el Zamarat llegó a los cinco últimos minutos con un favorable 55-48.
Sin embargo, el miedo volvió a aparecer con el acierto de Tryggeds desde el perímetro y un tiro libre de Benet para hacer el 55-53. Con el Melilla pisando los talones acudió Latorre al rescate, anotando en una buena entrada a canasta antes de que Melilla pusiese el empate -con el 57-57- con otro triple.
Ricardo Vasconcelos, desquiciado, reclamó tiempo muerto para solucionar la situación y frenar a unas melillenses crecidas. Ornella se encontró con un tapón cuando buscaba dos puntos y Tryggeds tuvo justo después tres tiros libres de los cuales anotó dos para poner, por primera vez, a su equipo por delante.
Con todo en contra, Lahuerta apareció desde la esquina para volver a poner al Zamarat arriba. Acción y reacción que también tuvo Melilla con otro tiro libre para el empate a 60, dejando todo por decidir con poco más de una posesión por delante. Instantes finales donde el Zamarat no fue capaz de sobreponerse y el partido se fue a la prórroga.
En el tiempo extra Nneka llegó a las dos cifras con la primera canasta, pero Tryggeds demostró su buena muñeca con otro triple como respuesta. Triple al que se sumaron Latorre y Ornella para volver a poner al equipo cinco arriba. Melilla no bajó los brazos y obligó al Zamarat a sobreponerse mentalmente de las dudas para ganar 74-71.
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