Con una energía capaz de derrumbar a cualquiera, el Zamarat ha solventado con suficiencia el envite de la segunda jornada ante el Star Center Uni Ferrol (70-53). Basado en una defensa sólida, atenta y con recursos, el equipo de Lucas Fernández ha sometido al conjunto gallego en un primer tiempo que rayó la perfección. Al descanso, las naranjas ya ganaban por veinte e, incluso antes, al final del primer cuarto, ya daba la sensación de que el partido tenía un dueño.
Más de medio año después de su última aparición en el Ángel Nieto, las naranjas salieron al parqué eléctricas, con mucho brío y tremendamente concentradas. En los primeros compases, las locales no encontraron la canasta, pero en cuanto hallaron el camino del aro ya no hubo marcha atrás. La brillantez en defensa permitió a las de Lucas Fernández correr y anotar ante un rival incapaz de reaccionar.
Simpson, una de las jugadoras más intensas que ha vestido la camiseta naranja, secó a Ana Suárez y las gallegas perdieron el norte mientras los puntos caían sin remisión en su marcador. Silva se pegó en la pintura mientras Cinili y Van den Adel, como finas estilistas, iban dándole forma a la victoria a base de puntos. Svitlica, por su parte, hizo de agente doble en esa labor y se marchó con 18 puntos y seis rebotes; la mejor del encuentro.
Tras el descanso, la tendencia de la primera parte se mantuvo. El Zamarat tuvo fases de mayor y menor acierto ante la canasta rival, pero fue un martillo pilón en defensa y cortó en seco cualquier conato de reacción de las visitantes. Los triples de Simpson y Aliaga, que cumplió en la rotación, elevaron la distancia hasta el límite de los treinta puntos, mientras Marina Delgado, que apenas tuvo que forzar, aplaudía desde el banquillo.
Desde ahí salieron también Ester Martín, María Montalvo y Nuria Mateos, las zamoranas de la plantilla. La última de ellas disfrutó de ocho minutos sobre la pista y colaboró en la parcela defensiva. Al final, las gallegas pudieron maquillar el resultado con un parcial de 2-13, pero poco importó. El Zamarat fue un ciclón cuando tocaba y se mantiene en lo más alto de la Liga Femenina.
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