Ambos equipos eran conscientes de lo que se jugaban y por eso el respeto fue máximo durante el choque. La igualdad fue la tónica general del encuentro y el escaso juego hizo que no se viera un duelo brillante. Pese a todo, los dos equipos tuvieron opciones de gol tanto en la primera como en la segunda parte.
Manuel Álvarez planteó con su equipo un partido a noventa minutos, sin precipitaciones y sabiendo que alguna ocasión se iba a presentar. Solo hacía falta estar muy serios en defensa y no conceder facilidades al rival, como había ocurrido en anteriores contiendas. Y así llegó el premio. Después de todo un encuentro casi impoluto en el trabajo defensivo, el Zamora B se encontró con el gol en el minuto 93.
Manu Beneitez se sacaba un latigazo desde la banda y colaba el balón en la portería del Guijuelo B. Era una diana que se festejaba por todo lo alto en las huestes de Manuel Álvarez, puesto que la permanencia está casi conquistada a falta de dos jornadas.
Al final, los jugadores del Zamora B se acercaron a la zona en la que se encuentra el recuerdo a Agustín Villar en el Municipal de Guijuelo para dedicarle el triunfo. Un triunfo, que la plantilla también dedicó a los muchos compañeros que no pudieron estar en la localidad chacinera por lesión.
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