Tras un inicio turbulento y una recuperación de récord, el Zamora afronta este domingo la última jornada de la primera vuelta con la esperanza de sumar otra vez de tres en tres después de tres empates consecutivos, dos de ellos en casa y en los que ha perdido la victoria en los últimos minutos.
El conjunto de Yago Iglesias, comenzó la temporada con muchas dudas y con una sangría de goles encajados importante, que penalizó al equipo y lo mantuvo durante varias jornadas en puestos de descenso.
El técnico, cuyo puesto estuvo más que discutido, dió finalmente con la tecla y con un ligero cambio de esquema la sólidez defensiva regresó y el conjunto empezó a sumar de tres en tres hasta llegar a puestos de playoff de ascenso a Primera RFEF.
Nueve son ya las jornadas en las que el Zamora lleva sin perder y en las que ha logrado cinco victorias y cuatro empates, tres de ellos en las últimas jornadas que han servido para que los zamoranos abandonen los puestos de playoff y se mantengan en el tren de cola.
En esta ocasión, los rojiblancos viajan con muchas bajas hasta Palencia donde deberán batir a un Cristo Atlético que, pese a su situación en la tabla, coqueteando con los puestos de descenso, tan solo tiene cuatro puntos menos que el Zamora aunque paradójicamente, es uno de los equipos menos goleado de la liga, con tan solo nueve goles encajados. Su situación en la tabla, solo se entiende mirando el registro de goles anotados, donde se ve claro el déficit del equipo palentino con tan solo ocho goles a favor.
Un partido para el que Yago Iglesias ya ha avisado que las bajas obligarán a realizar alguna modificación en el planteamiento y para el que ha avisado del peligro de un rival que mantiene el bloque de años anteriores y que en su estadio es un equipo muy rocoso y difícil de vencer.
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