El Zamora CF salía a Ganzábal con el objetivo de ganar y apurar sus últimas opciones de asaltar la segunda plaza con el siguiente once titular: Fermín Sobrón en portería; línea de cuatro para Castañeda por el lateral izquierdo, Parra por el derecho y pareja de centrales para Nico Delmonte y Luego; Juanan y Ramos, que aparecía como titular después de un mes en el centro del campo, por la derecha Mancebo, por la izquierda Aguirre, enganchando Priego y en punta Baldrich.
Durante la primera mitad, el marcador no se movería y el encuentro se iría al descanso con el 0-0 en el marcador. Un resultado con el que Ourense, que se iba al descanso ganando su partido, era campeón de la categoría también gracias al empate de Pontevedra, que se iba al descanso con un 1-1 en el marcador.
La segunda mitad comenzaría con el Langreo sabiendo que Rayo Cantabria estaba ganando su partido y eso los dejaba momentáneamente fuera de la promoción de ascenso. El cronómetro seguía transcurriendo para dos equipos prudentes, con miedo a cometer errores y que no querían dar ningún paso en falso. Los minutos pasaban y niguno de los dos equipos lograba dar con la tecla para abrir la lata. Serían los locales los que primero perforaran la meta rival, aunque el tanto de Nané a los 51 minutos de juego no subió el marcador por fuera de juego, una decisión arbitral muy protestada por los locales que consideraban legal el tanto del jugador andaluz.
No sería hasta el minuto 73 cuando Mancebo descorcharía el marcador y, con el 0-1, hacía estallar el delirio entre los aficionados rojiblancos que se habían desplazado hasta Langreo para apoyar a los suyos.
El partido se encaminaba hacia su final y el Zamora CF parecía haber encontrado la manera de hacer daño a su rival, llegando a tener ocasiones en los últimos diez minutos para poner tierra de por medio y aumentar la ventaja hasta el 0-2. Al mismo tiempo, los locales también daban un paso adelante para poner picante al último tramo del partido y tratar de arañarle, al menos, un punto, al conjunto dirigido por David Movilla.
En los últimos instantes del partido llegaría el delirio para la hinchada local, con el misil directo a la escuadra de Nané quien, con un lanzamiento de falta directo a portería, quitaba las telarañas de la portería de Fermín Sobrón y ponía las tablas en el marcador. El ariete local, pues, se sacaba la espina del tanto anulado con un gol de museo.
El marcador ya no se movería y el 1-1 sería el resultado que el Zamora CF, a la vista del resultado de un Pontevedra que salvó los muebles en los últimos minutos, firmaba para ser tercer clasificado, pase lo que pase ya la próxima jornada en la que conjunto rojiblanco recibe a un Arandina ya descendido.
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