Si existiese la diosa de la Fortuna estaríamos convencidos de que está enfadada con el Zamora CF y que no quiere saber nada de los rojiblancos porque esa pizca de suerte que se agradece en los partidos de fútbol en los que el balón debe dirigirse hacia la portería y besar el fondo de las mallas, no la está teniendo el Zamora. El estreno de los rojiblancos en Primera RFEF no está siendo como uno se esperaba. Dos derrotas, por la mínima, ante Osasuna Promesas (1-0) y Tarazona (0-1). Cero puntos en el casillero y sin estrenarse en la tercera categoría del fútbol español. Y no es que sea por no intentarlo, lo cierto es que los rojiblancos generan, merodean la portería rival, se instalan en campo contrario y amenazan, pero la pelotita no acaba entrando.
La última decepción ocurrió el pasado domingo cuando los rojiblancos tuvieron ocasiones para adelantarse en el marcador, pero esas llegadas no se capitalizaron en goles. Podemos numerar las ocasiones que se produjeron ante el Tarazona CF en el Ruta de la Plata. Se esperaba que, ante su público, los rojiblancos pudieran gritar gol, pero la diosa de la Fortuna dio la espalda. Primero fue Kike Márquez el que lo intentó con un testarazo tras recibir un centro lateral de Nieto. El excapitán del Córdoba CF volvió a entrar en escena conectando con Tresaco con un pase en profundidad que permitió descerrajar la defensa rival, pero el aragonés se topó con el guardameta, Fuoli.
El Zamora CF seguía percutiendo para llegar al gol. Carlos Ramos lo intento con un disparo ajustado al palo desde la frontal del área. Luego fue Roni, quien envió la pelota al travesaño y minutos más tarde volvió a emerger Carlos Ramos con un disparo de falta directa que volvió a despejar Fuoli. Y ya para colmo, Rivas también se topó con el palo. No se lo creían los rojiblancos. Incredulidad y frustración al ver que el gol no llegaba. Una cascada de ocasiones que acabaron sin premio. Precisamente, Juan Sabas defendió que le preocuparía que su equipo no generara, pero en estas dos jornadas del curso, el Zamora ha creado ocasiones, pero la pelota no ha acabado entrando.
Los síntomas de esta sequía o falta de efectividad ya se evidenciaron en pretemporada. En 6 encuentros, los rojiblancos anotaron 3 goles y recibieron 8. Las tres dianas llegaron en el mismo partido, ante el Salamanca UDS. La pólvora escaseo ante el Mérida (0-1), Atlético de Madrid B (3-0), Guijuelo (1-0), Unión Adarve (0-0) y Unionistas (2-0).
La no renovación de Álex Cañizo y la tardía llegada de Roni
Las sensaciones que deja el Zamora CF no son del todo malas. El equipo llega al área rival, empuja a su rival y llega con bastantes efectivos a territorio rival. Malo sería si los rojiblancos se vieran incapaces de inquietar la meta rival, pero no es el caso. Ante esta falta de efectividad o desacierto, ya hay quienes han alzado la voz para explicar este mal que padecen los rojiblancos. Los aficionados critican la salida de Álex Cañizo, delantero que la pasada campaña anotó 4 goles, y que se ganó el cariño de los socios. También se habla de la tardía llegada de Roni y el poco tiempo para adaptarse a un equipo con 12 altas.
Aún es pronto para sacar conclusiones y no hay que aventurarse en sacar un diagnóstico en estas dos primeras jornadas de liga. El curso continúa. Este sábado a las 15:30 de la tarde, el Zamora tiene una nueva oportunidad de redimirse y romper con esa sequía que le está lastrando ante el Bilbao Athletic. Las alarmas, por ahora, no están encendidas. Hace falta que llueva para que no se marchiten las flores y esa lluvia para el Zamora CF es el gol que tanto ansia que llegue.
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