El Zamora CF hace malabares con fuego y consigue salir ileso

Los rojiblancos, con dos goles de Tresaco en la primera parte, acabaron pidiendo la hora ante un Barakaldo que se vino arriba

Zamora CF- Barakaldo
Zamora CF- Barakaldo

¡Qué manera de sufrir! No es la mejor manera para acabar la semana, tampoco es bueno para el corazón. Se pasó por todos los estados de ánimo: euforia, entusiasmo y tensión. Lo bueno que no se llegó al drama. El Zamora venció con dos goles de Tresaco, pero acabó pidiendo la hora con un Barakaldo que se vino arriba (2-1). Tres puntos antes de verse las caras contra el líder, la Cultural y Deportiva Leonesa.

Fría, helada, congelada tarde la que se vivió en el Ruta de la Plata por las temperaturas, no tanto por el fútbol desplegado del Zamora CF. Juan Sabas suplió la baja de Campabadal, al ver roja en Andorra, retrasando a Rufo Lucero. Es su posición natural, aunque el míster madrileño lo utiliza de extremo. Como compañero de banda tuvo a Joel Priego y desde esa banda, la derecha, se gestó la victoria rojiblanca. La otra novedad fue Bolo en detrimento de un Carlos Gutiérrez que acabó señalado en el último partido.

Y con el agua-nieve cayendo sobre el verde, arrancó un pleito que iba a elevar la temperatura muy pronto. Bajo la atenta mirada de Aldama, sorprendente asistente en el palco del Ruta, los rojiblancos no dejaron que los asistentes ocuparan sus butacas para gritar el primer gol del partido. Tresaco, un extremo al que magia no le falta, pero al que se le pedían goles, fue el más listo de la clase para zafarse de Unai Pérez en la portería y poner el 1-0 a los tres minutos de juego.

El Barakaldo se contagió del gélido tiempo. Parecía que se le habían congelado sus ideas, si bien nunca hay que fiarse de los equipos del norte porque asestan un bofetón cuando menos te lo esperas. El Zamora CF siguió a lo suyo, con su intensidad y ganas de ir a más. El Barakaldo tuvo sus acercamientos, pero sin inquietar en exceso a Fermín. El Zamora, a lo suyo, con unos primeros minutos fantásticos. El árbitro anuló un gol a Clavería al considerar que había golpeado el balón con el brazo. 

Todo ello después de que el Ruta sufriera un apagón. Se hizo de noche en el estadio y la afición rojiblanca sacó sus linternas mientras esperaban a que se volvieran a encender las luces.

A los rojiblancos no se les congeló su fútbol en esos cinco minutos de parón. Tanto es así que se cantó el segundo de la noche cerca de la media hora de juego. Pito Camacho tardó en acomodarse el esférico dentro del área. Aun así, se sacó un disparo topándose con la estirada magistral de Unai Pérez. El rechace le cayó a Tresaco, que a la media vuelta mandó el balón a las redes.

No hubo relajación en filas rojiblancas, aunque Fermín se equivocó en la salida del balón y cerca estuvo de aprovecharlo Luis Bilbao con un remate desde la frontal del área. El guardameta lo solventó con una estirada felina. Susto que acabó en un córner sin mayores apuros. Rufo Lucero deleitó y mantuvo a raya a Pablo Santiago, mientras que Tresaco no olvidó sus labores defensivas y se multiplicó para cerrar su banda. Al descanso con un bonito 2-0 en el marcador y disfrutando del bocadillo con gusto.

El descanso no le vino bien al Zamora. El Barakaldo apretó y cerca estuvo de recortar distancias con un balón que se paseó por el área y mantuvo en tensión a la grada. Se fueron desperezando los rojiblancos. Carlos Ramos envió un caramelito al área, Kike Márquez remató flojo y Unai Pérez detuvo. El primer cambio tuvo pinta de ser obligado. Clavería abandonó el verde con rostro serio y Guille Macho entró en su lugar.

El Barakaldo se vino aún más arriba y sus acercamientos fueron cada vez más peligrosos, síntoma de que cuando el cántaro va a la fuente...Ekaitz hizo que las pulsaciones se elevaran un remate en el área. No acertó la defensa rojiblanca, no estuvo fuerte, pero el jugador vasco no remató bien. Se estaba oliendo y Álex Valiño acabó confirmando lo que se temía desde hace tiempo. El Barakaldo recortó distancias en el 64.  Los rostros en la grada eran serios. Había temor por el empate.

Juan Sabas reacionó y efectuó un doble cambio. Ingresaron Frimpong y Álvaro Romero para relevar a Tresaco y Joel Priego, nuevo aire en las bandas. Mientras tanto, el Barakaldó sigiuió percutiendo por las bandas. El testarazo de Luis Bilbao lo atajó Fermín. Otro nuevo aviso, el Zamora estaba haciendo malabares con pelotas de fuego. Y el 2-2 no llegó de milagro, no llegó porque el tiro de Pablo Santiago, con Fermín fuera de la portería, se topó con la pierna del propio guardameta del portero.

A Juan Sabas no le gustaba lo que veía. El Zamora no se entendió, la precipitación y la ansiedad era cada más más palpable. Unai Buján mantuvo en vilo al Ruta con un disparo desde la frontal que salió alto.

Los cuatro minutos de añadido se hicieron eternos. Los ojos no se despegaron del verde. Esos segundos que pesan como losas. Victoria sufrida y a pensar en la Cultural y Deportiva Leonesa.

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