No era un buen día para hacer un juego brillante, vistoso o preciosista. Las condiciones adversas con rachas de viento, tremendamente incómodas para los jugadores, obligaron a los dos equipos a entrar en un duelo de mucha intensidad, de mucha brega, lucha, y en balones divididos en donde la decisión a la hora de ir a por el cuero era lo que hacía ganadores a los jugadores.
El encuentro se puso de cara para el Zamora en el ecuador del primer acto. Víctor ponía por delante a su equipo desde el punto de penalti. A partir de ahí, mucha igualdad y una diana más para cada equipo. El Atlético Bembibre empataba en el minuto 36 en una jugada a balón parado que no defendió bien el equipo de Samuel Merino. Pero dos minutos después, y sin dejar paladear el tanto a los visitantes, Álvaro de la Iglesia aprovechaba un rechace del meta para hacer el segundo.
Con ese 2-1 se llegaba al tiempo de descanso. Un marcador que dejaba muy abierta la segunda mitad. En ese segundo acto, y con el viento a favor, el Zamora estuvo un poco más cómodo, volvió a adaptarse mejor que su rival a las condiciones climatológicas adversas y amplió su renta. Dela, en el minuto 56, y Álvaro de la Iglesia, en el minuto 75, redondeaban un marcador perfecto para los rojiblancos.
Tres puntos que siguen dejando al Zamora en la segunda posición de la tabla, a la caza del líder, Parquesol, y tratando de sumar los máximos puntos posibles para en caso de necesitarlos poder ser el mejor segundo de los dos grupos para dar el salto a la Liga Nacional Juvenil.
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