Un punto más para el casillero y ya son 12 los que suman. El Zamora, que se vio con un 2-0 en contra, sacó su carácter más guerrero para igualar la contienda en tan solo 6 minutos en la segunda parte. El encuentro pasó por diferentes estados de ánimo. Enfado, por la desconexión en defensa; euforia, por la igualada; y miedo, al ver que el punto peligraba. Fue un duelo emocionante, con un guion imprevisible. A punto estuvo de lograrse la machada en el minuto 90, pero Andrés Prieto se hizo grande para detener el remate de Guille Macho. Reparto de puntos y a pensar ya en la semana de trabajo.
Hasta tres permutas introdujo Juan Sabas respecto a la derrota ante el Sestao River, dos de ellos obligados por las bajas que asolan a la plantilla. Apostó el míster madrileño en situar a Aleix Gorjón en el lateral derecho. La ausencia del desbordante Tresaco la suplió Guille Macho, mientras que Roni fue la referencia en ataque ante la baja de un Pito Camacho que terminó el partido de Copa del Rey renqueante.
El Zamora CF salió con ganas, como viene siendo habitual, en un Toralín con ambiente. La primera aproximación la protagonizaron los rojiblancos. Andrés Prieto embolsó un testarazo de Guille Macho a centro de Roni. La Ponferradina, empujada por su afición, se estiró. El disparo de Carrique se topó con la estirada felina de Fermín Sobrón. En esos primeros minutos la Ponferradina quiso combinar, tocar el balón para buscar las rendijas, mientras que el Zamora apostó por la verticalidad, hacer daño por medio de pases profundos.
Probó fortuna Kike Márquez con un disparo lejano que acabó en los brazos de Andrés Prieto. El ex del Córdoba mandó a los suyos adelantar las líneas de presión para incomodar la salida de balón de la Ponferradina. A punto estuvo Esquerdo de asestar un zarpazo. El mediocentro controló con el pecho y a bote pronto armó la pierna para ejecutar un potente disparo que, por fortuna zamorana, no cogió portería.
Y cuando estaba a punto de cumplirse la media hora del encuentro llegó el 1-0 en una acción muy discutida. Si minutos antes el colegiado castigó con cartulina amarilla un manotazo de Kike Márquez, no lo vio así en la jugada del 1-0. Cortés cabalgó por la banda y en la carrera, su brazo impactó en Clavería. El mediocentro rojiblanco cayó al suelo. La jugada concluyó con un centro al área de Cortés que culminó Álvaro Bustos. El gol cayó como un jarro de agua fría al Zamora. Nieto despejó un balón que se paseó por el área y Yeray cerca estuvo de aumentar la renta en una falta lejana.
Parecía que Guille Macho iba a hacer despertar al Zamora, pero la Ponferradina volvió a achuchar. No pintaba bien el partido y el segundo bofetón llegó en el minuto 40. El balón parado volvió a castigar al Zamora. Sibille cabeceó sin oposición un saque de esquina en el área. 2-0, dos bofetadas que dejaron la cara colorada en una primera parte en la que la defensa volvió a hacer aguas.
La segunda parte vino con un cambio. Carlos Ramos no regresó al verde tras el descanso. Guille Macho ocupó su posición natural en la sala de máquinas, mientras que Mancebo salió para ocupar la banda. Mucho tenía que cambiar este Zamora si quería sumar un punto y así lo hizo. La ley del ex se cumplió en el Toralín. Kike Márquez, en el minuto 48, botó un córner al corazón del área, Andrés Prieto paró el remate de Gorjón, pero el rechace le cayó a Clavería para poner el 2-1. Subidón de los rojiblancos para mantenerse con vida. Kike Márquez amenazó con el empate en un disparo desviado.
El Zamora quería más, por valentía no sería. Roni tuvo el boleto ganador que desató la locura en la poblada hinchada rojiblanca que se desplazó hasta Ponferrada. El delantero agarró el balón en el área, se dio media vuelta y con un sutil disparo cruzado igualó la contienda. Dos goles en seis minutos y regreso a la casilla de salida.
El Zamora no aprovechó esa adrenalina que le había dado el empate para asestar el tercer tanto y la Ponferradina se creció. Por fortuna, el remate peinado de Sibille lo detuvo Fermín. El corazón estaba un puño cada vez que la Ponferradina se asomaba al área o disponía de un córner o falta. Muy discutida también la actuación del colegiado que protagonizó un festival de cartulinas amarillas castigando las acciones rojiblancas.
La moneda estaba en el aire. Salió Luis Rivas para dar aire fresco a la parcela ofensiva, aunque fue Cortés el que tuvo tiempo para controlar la pelota en el área, darse la vuelta y disparar. Detuvo sin problemas Fermín. Minutos finales de infarto en los que los dos equipos buscaron el gol de la victoria. Tuvo el 3-2 la Ponferradina con un remate de cabeza y respondió el Zamora con un tiro de Guille Macho que se topó con la brillante estirada de Andrés Prieto. Al final, reparto de puntos y la hinchada rojiblanca volcada con los suyos agradeciendo el esfuerzo titánico de su amado equipo.
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