El Zamora se encontró con el empate en la primera aparición al área contraria. Una buena pared entre Prada y Nico terminaba con el argentino tirado en el suelo por una falta cometida por Omar. La infracción se cometía dentro del área y el colegiado señalaba penalti. El central del Zamora, Javi Ramos, lo materializaba y ponía de nuevo las tablas.
A partir de ahí, el Marino de Luanco volvió a ser el equipo con más presencia en el campo. Fue vertical, rápido y tan solo le faltó fortuna de cara a gol. Imanol estuvo providencial debajo de los palos en dos intervenciones ante Pevida y David. Además, Diego lanzaba fuera un remate en boca de gol. Llegaba el descanso, y el Zamora amarraba un empate sufrido, después de un primer acto bien controlado por el Marino.
Tras el paso por los vestuarios, el equipo local salió más enchufado y fue mejor que su rival. Rubén Sánchez fue un constante quebradero de cabeza para el Marino. Además, Miguel Santos empezaba a aparecer por la banda derecha y a crear peligro. Pasaban los minutos, y el cansancio hacía mella a ambas escuadras. Eso abrió más si cabe el duelo y la afición disfrutó de unos últimos veinte minutos de ida y vuelta preciosos.
El Zamora se encontró con el palo en un disparo de Jacobo, y Jorge y Dalmau no eran capaces de culminar con acierto sendos manos a manos. Además, Rafa Ponzo sacaba de la escuadra un lanzamiento desde la frontal del área de Rubén Sánchez. Mientras, a la contra, el Marino también hacía peligro. Pevida se encontró hasta en dos ocasiones delante de Imanol, pero su control en ambos casos fue malo y se quedó sin opciones.
Al final, el empate a uno ya no se movería y se produciría un reparto de puntos que obliga a Zamora y a Marino de Luanco a luchar en la última jornada por la sexta posición que teóricamente, y con la sanción del Racing de Santander, tiene el premio de jugar la Copa del Rey.
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