El Zamora pone un pie y medio en la Segunda RFEF. Tras los resultados de la mañana, con la victoria del Athletic B, entre otros, el duelo del conjunto de Yago Iglesias tomaba un cariz mucho mayor de final. Los rojiblancos no podían fallar ante el DUX Internacional, primero para no separarse en exceso del filial vasco y segundo para meter en la pelea al propio equipo madrileño. Pero la imagen y el resultado estuvieron muy lejos de ser lo esperado y deseado.
Yago Iglesias introdujo varios cambios con respecto al equipo que empató en Badajoz. Garay, Xisco Campos, Kepa y Losada se quedaban en el banquillo y en su lugar entraban Parra, Cordero, Navas y Dongou. El choque no pudo empezar peor. A los nueve minutos Barral adelantaba al DUX. La salida del Zamora fue timorata y la penalizó el veterano ariete del conjunto madrileño. El colegiado dejaba sacar una falta con el balón en movimiento, la defensa del Zamora se quedaba mirando y Barral, tras un recorte dentro del área, fusilaba a Pau Torres.
Ese gol, lejos de espolear al Zamora, lo hundió más. El equipo de Yago Iglesias no se encontraba en el campo, era incapaz de tener la posesión, la defensa hacía aguas, sin apenas ayudas, el centro del campo estaba desaparecido, las bandas eran inofensivas y Dongou era un espectador más en el puesto de delantero centro. Bonaldo hacía el 0-2 antes del ecuador del primer tiempo. Una jugada trenzada por banda izquierda terminaba con un centro que remataba el jugador visitante ante la pasividad de los centrales.
Pau Torres fue el mejor del Zamora en esa primera parte. El arquero se desesperaba ante la endeblez defensiva de su equipo e hizo cuatro intervenciones colosales para evitar algún tanto más del DUX Internacional. Por su parte, el Zamora apenas tuvo una acción de peligro. Una asistencia de Ramos la desaprovechó Navas con un disparo blando al centro cuando estaba solo ante el meta oponente. Es cierto que el Zamora se acercó un poco más a la meta rival en los últimos minutos, pero más por la permisividad del rival que por méritos propios.
Con ese 0-2 y con la afición asumiendo a cada minuto el final que le espera a este equipo, comenzaba la segunda mitad. Entraron de inicio Garay y Luque y se quedaban en el vestuario Cordero y Parra. El Zamora se puso con tres defensas para intentar ir al ataque pero era un día aciago. El DUX internacional era el equipo que parecía que se jugaba la vida y era el único que disputaba cada balón con intensidad, con garra y con convicción ante un Zamora indolente, sin identidad y sin amor propio por intentar revertir la situación.
Los minutos pasaban y la afición no veía un ápice de esperanza en nada de lo que intentaba el Zamora. Yago Iglesias, alrededor del ecuador del segundo acto, le daba minutos a Losada y Adri Herrera, y posteriormente a Baselga, pero ni con toda la artillería arriba el Zamora era capaz de hacer gol. Una mala noticia que ya cruza el dramatismo, dado que los rojiblancos llevan ya siete partidos seguidos sin marcar y baten el récord histórico negativo de más minutos seguidos sin ver puerta en el Zamora CF.
Al final, un 0-2 que la afición ya recibió con indiferencia, con algún pequeño cántico de “Villafañe, dimisión” y con el equipo destrozado sobre el césped. Matemáticamente sigue habiendo opciones, pero a día de hoy, con el Zamora a cinco puntos, más el average en contra, de la salvación, poca gente cree en que la salvación es posible.
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