Con todo esto, el Zamora Club de Fútbol ha viajado hasta Asturias con diecisiete jugadores de la primera plantilla. Con la única ausencia de Salva Rivas, que está a punto de dejar atrás su lumbalgia, Roberto Aguirre ha decidido llevar a un futbolista más de lo habitual por si a última hora algún jugador tuviera problemas físicos. Y es que hay que recordar que durante la semana de entrenamientos Alberto Prada y Aarón Aguado no han podido completar todas las sesiones por molestias físicas.
Eso sí, ambos se han recuperado y si no hay contratiempos los dos estarán en la convocatoria. A partir de ahí, parece poco probable que haya cambios en un once que Roberto Aguirre lleva repitiendo durante las últimas tres jornadas. Con Cantero en la portería y con Mateos, Carrillo, Kurbus, Prada, Ochoa, Cristian, Arkaitz, Coque, De la Nava y Mut como jugadores de campo, tan solo está la duda habitual de si Rodri o Aarón Aguado podrían tener hueco de inicio.
Los zamoranos tendrán que romper el maleficio que les persigue en Ganzábal, estadio en el que nunca han ganado pese a visitar el feudo del Langreo en seis ocasiones. Estas visitas se han saldado con cinco triunfos locales y un empate a finales de la década de los setenta. Este mal dato no preocupa en exceso a la expedición zamorana, que ya rompía hace casi un mes un histórico como este cuando lograba vencer en Ferrol.
El Langreo, en el que destaca la presencia del ex jugador del Zamora Iván Otero, iniciará el encuentro con los mismos guarismos que los rojiblancos: con dos triunfos, un empate y cuatro derrotas. Es por ello que se trata de un encuentro de vital importancia para ambos, puesto que quien sea capaz de sacar el partido adelante se ubicará en una relativamente cómoda zona media.
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