El Zamora Club de Fútbol que milita en la Liga Regional Juvenil está a 180 minutos de conseguir el objetivo deseado y anhelado desde comienzo de temporada: el ascenso a la Liga Nacional Juvenil. Para lograrlo, los zamoranos están obligados a sumar los seis puntos que restan en juego.

Lo positivo de la posición que mantiene el conjunto de Samuel Merino es que dependen de sí mismos y no necesitan mirar a otros campos para saber si lograrán el ascenso. Dos victorias se traducen en un salto de categoría más que necesario para la estructura de base del Zamora CF. Al acecho del fallo aparecen el Atlético Bembibre y el Pizarrales.

El primero de los dos escoyos a salvar fuera de casa en esta liga para el Zamora será el del Santa Marta de Tormes B. Los salmantinos ya no se juegan nada en la presente liga, ya que ocupan la décimo primera posición, sin nada que hacer en la zona de arriba y sin peligro por los posibles descensos. Es por ello que el Zamora está obligado a plasmar sobre el campo esa necesidad que tiene por ganar, ante una escuadra que aunque pueda jugar con menos presión, también lo hará con menos tensión competitiva.

Precisamente, el Santa Marta llega de perder por un claro 4-0 en la última jornada ante el Atlético Bembibre, rival directo del Zamora por el ascenso directo a la Liga Nacional. Los charros  son un conjunto tremendamente igualado y la prueba es que el número de goles a favor y el número de dianas en contra está prácticamente igualado.

Samuel Merino volverá a tener problemas para completar la convocatoria y contará con las bajas de Anto por lesión y de Raúl, Álvaro y Héctor que suben con el Zamora B. Pese a todo, la motivación es máxima en el seno del equipo para llegar a la última jornada dependiendo de sí mismos para lograr el ascenso.

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