Era un encuentro atractivo. Dos de los mejores equipos de la categoría se veían las caras en un ensayo de lo que dentro de poco será la fase de ascenso a la Segunda División B. Palencia y Zamora prometían un duelo trepidante. Y lo fue. Es cierto que no tuvo mucho fútbol, pero tuvo intensidad, polémicas, jugadas brillantes, buenas paradas y al final los dos goles. Dos tantos que cayeron del lado morado y que llevaron la pesadumbre a unas gradas de la Nueva Balastera en la que había medio centenar de seguidores del Zamora.
El jarro de agua fría llegó desde el inicio, con la diana en el minuto 6 de Xavi Moré. A partir de ahí, el desconcierto en el Zamora y el frío reinante en Palencia quitaban esperanzas a una afición zamorana que pese a todo se arrancó en la primera parte con varios cánticos de apoyo a los suyos. Pero en la segunda parte, y en cuanto el Zamora se echó arriba, la hinchada comenzó a temerse lo peor. Una sensación que se cumplió con las ocasiones de Torres, la expulsión de Vílchez y la sentencia del Palencia.
Ese segundo gol llevó la locura a las gradas locales porque suponía ganar el golaveraje. Por el contrario, los aficionados del Zamora empezaron a mirar el reloj para saber el tiempo que restaba de sufrimiento. Al final, una derrota que deja a los zamoranos con solo cuatro puntos de ventaja cuando llegó a tener doce. La inquietud llega a una parroquia rojiblanca que empieza a despertar los fantasmas de la última etapa de Balta en el Zamora cuando arrasó en la primera vuelta y acabó sufriendo para entrar en el play off.
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