El Zamora tampoco se relaja ante el Burgos Promesas (0-3)

El Zamora Club de Fútbol continúa su marcha triunfal hacia el campeonato. La escuadra de Balta sumó una contundente victoria ante el Burgos Promesas por 0-3, consiguió acumular su décimo séptima jornada sin perder y aprovecha la derrota del Palencia para aventajar a los morados en doce puntos. Una ventaja que cada vez es más amplia y pone al Zamora aún más cerca del campeonato liguero.

Fue un triunfo contundente aunque no reflejó fielmente lo que pasó sobre el terreno de juego. Y no lo reflejó, por fortuna para el Zamora, por dos situaciones: la efectividad de los arietes rojiblancos y por la mañana inspirada que tuvo Miguel debajo de los palos para salvar a su equipo en acciones de mucho peligro local. La igualdad en el duelo fue la tónica general durante la primera hora de duelo. En la primera parte ambos equipos lucieron sus mejores armas. El Zamora intentó crear peligro a través de la posesión, mientras que el Burgos Promesas buscaba lo propio mediante contragolpes rápidos y balones largos a la espalda de defensa.

El encuentro se le puso muy de cara al Zamora con una diana de David Álvarez en el minuto trece. Una acción individual soberbia, con sombrero al defensa incluido, acabó con un latigazo raso al palo largo que suponía el 0-1. Solo cinco minutos después el propio David Álvarez tiraba fuera un remate en boca de gol tras un centro chut de Edu Ruiz. A partir de ahí el Burgos Promesas empezó a crecer en el campo. Un tiro del capitán burgalés, Óscar, y un remate de Varo, ambos en sendos manos a manos con Miguel, acabaron en dos paradas del arquero rojiblanco. El empate se veía cerca, pero el Zamora fue capaz de pasar esos momentos de agobio. Pese a ello, los locales siguieron apretando y otro remate de Varo y un saque de esquina olímpico estuvieron a punto de terminar en gol.

Llegaba el tiempo de descanso con un resultado perfecto para el Zamora, que se iba ganando, controlando el partido en cuanto a la posesión y a la situación territorial, pero que sufría en defensa en los balones largos de los burgaleses. La segunda mitad empezó similar. Cada equipo se repartió un ocasión en los primeros diez minutos. Y fue entonces cuando apareció la pegada del Zamora. Los rojiblancos hacían dos goles en un minuto. Primero Rubén Moreno en el minuto 60, y después Manu Moreira en el 61, ponían el 0-3 que dejaba el partido sentenciado. Los dos goles se produjeron de forma idéntica: robo de balón en el centro del campo zamorano mientras el Burgos Promesas salía con el cuero controlado, balón al espacio y definición certera primero de Moreno y posteriormente de Moreira.

El Zamora buscó la cuarta diana, pero también el Burgos Promesas tuvo hasta tres ocasiones claras de gol que desbarató Miguel debajo de los palos. Una gran actuación del arquero zamorano que permitió convertir en plácida una mañana en la que el Zamora, sin necesidad de ofrecer su mejor versión, volvió a pasar el rodillo y es aún más líder.