Para conseguirlo, deberán ganar a un Celta de Vigo B que afrontará el duelo con una doble motivación: la de escapar de las posiciones de peligro de la clasificación y la de quitarse la espina del 6-0 que el Zamora le endosó en el encuentro de ida. En este sentido, durante la semana, plantilla y cuerpo técnico del club rojiblanco han dejado claro que este duelo de vuelta no tendrá nada que ver con lo que pasó hace meses. Ahora, ambos conjuntos han cambiado mucho y el Celta B afronta el encuentro con muchas más urgencias.
Roberto Aguirre ha decidido dejar en Zamora a Rubén Sánchez. El extremo manchego recibía el jueves la buena noticia de que no sufre ninguna lesión en la tibia, pero el dolor sigue estando presente y el cuerpo técnico ha decidido no citarlo. Las pocas jornadas de entrenamiento que ha llevado a cabo han sido determinantes para que el cuerpo técnico lo deje en Zamora, al comprobar que no ha alcanzado el estado de forma óptimo para competir. Además de Rubén, también se quedan fuera de la lista los lesionados Manu Arias y Rodri. Tampoco entra en la citación Cristian, que poco a poco está recuperando la forma tras unos problemas de salud que le tuvieron varios días sin entrenar.
Ante eso, la lógica dicta que Roberto Aguirre no varíe mucho el once inicial que se midió hace siete días ante el Compostela. Eso sí, están en el aire los casos de Jokin Esparza, Nico Di Biase y Dani Mateos. El primero sigue poniéndose en forma, pero sigue pareciendo pronto para que salga de inicio; mientras, el argentino podría ser una buena alternativa para darle músculo al centro del campo fuera de casa ante un equipo que trata muy bien la pelota; y por último, Dani Mateos ya está recuperado y podría volver a entrar en el once, desplazando a Miguel Santos al extremo.
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