El diésel siguió siendo el combustible preferido por los ciudadanos a la hora de adquirir un coche nuevo el año pasado. Según datos de la consultora MSI para la patronal de los concesionarios Faconauto, el 48% de los vehículos matriculados en 2017 en Castilla y León fue diésel.
En cualquier caso, sus ventas se han resentido, como ha ocurrido en el resto de España, cayendo un 15,3% durante el pasado ejercicio, hasta las 18.229 unidades.
Por el contrario, los de gasolina disparan sus ventas un 30,2% en 2017 y gana terreno entre los conductores, al suponer ya un 46,3% de todas las matriculaciones efectuadas en la región.
Tirón de los híbridos
Mientras, las ventas de coches movidos con combustibles alternativos han confirmado su tendencia al alza, lo que se refleja en los fuertes crecimientos que experimentaron.
Los eléctricos puros se han vendido un 67,9% más en la región durante el año pasado, aunque sólo para contabilizar 47 matriculaciones.
Más destacado es el incremento experimentado por los vehículos híbridos, de los que se vendieron 2.042 unidades. De esta forma crecen un 92,1% en 2017, suponiendo ya más del 5% del mercado.
“Se ha querido enterrar muy pronto al diésel, y los datos muestran que resiste y que sus virtudes hacen de este combustible una alternativa para muchos compradores. España es un país que ha apostado durante mucho tiempo por esta tecnología, y parece que esto no cambiará de la noche a la mañana. Eso sí, y en paralelo, el año pasado vimos un crecimiento fuerte de los coches movidos con gasolina y especialmente de otros combustibles alternativos, que cada vez ganan más peso, especialmente los híbridos. Vamos hacia un escenario en el que convivirán todos los combustibles, aunque se irá dando paso de manera progresiva a tecnologías que permitan muy bajas o incluso cero emisiones”, ha dicho Raúl Morales, director de comunicación de Faconauto.
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