Acabar con la exclusión financiera: en busca de instalar cajeros automáticos en los barrios de Zamora

Este servicio es cada vez menor en los barrios de la ciudad

Una sucursal bancaria cerrada en Zamora
Una sucursal bancaria cerrada en Zamora

Unión del Pueblo Leonés (UPL) en Zamora, consciente del problema que sufren los vecinos de la periferia especialmente, que han visto como de  la noche a la mañana desaparecía el cajero de su barrio y que cambiando de entidad tampoco conseguían solucionar este problema porque otras sucursales seguían la misma dirección, incluye en su programa electoral a la alcaldía de Zamora un punto en el que manifiestan que mediante convenio con las financieras facilitarán la instalación de cajeros automáticos en dependencias municipales a fin de que puedan prestar esta atención, al entender que se trata de un servicio básico.

En este sentido desde UPL manifestaban que "todos los zamoranos deberían disponer de al menos un acceso a un cajero en su zona de residencia, incluso en todos aquellos barrios donde nunca han tenido una oficina bancaria, como es el caso de San Frontis, Cabañales, Carrascal, Sepulcro, San Isidro, La Alberca, la Villarina, Arenales, Villagodio, siglo XXI y otros muchos más. Vemos más que factible que en el mismo local de sus Asociaciones Vecinales, las entidades bancarias instalaran estos dispositivos que cada vez resultan más y más necesarios por la ausencia física de oficinas”

Las políticas de los bancos de supresión de oficinas en aras de reducir sus gastos en locales y personal, han causado un grave perjuicio a todos los zamoranos que en mayor o menor medida visitaban las sucursales para realizar las gestiones pertinentes. Si bien los cajeros automáticos solventaban el problema, dado que permitían realizar las operaciones más comunes, las nuevas decisiones de retirar también este servicio causa un gran inconveniente que obliga a cualquier vecino a desplazarse necesariamente a cualquiera de las calles céntricas donde estas entidades han decidido tener sus puntos de atención, encontrándose asimismo con el problema añadido de donde dejar el coche en las cercanías del punto obligado para simplemente obtener efectivo, que por la absurda reducción de plazas de estacionamiento resulta no poco complicado, especialmente cuando caso en el que se encuentra cualquier trabajador el tiempo es limitado.

“Si bien desde el ayuntamiento de Zamora han tenido a bien contar con los bancos para recaudar por la tenencia de cajeros automáticos en la fachada de edificios con una tasa de 515 euros anuales, que multiplicado por los 27 cajeros en esta situación de la ciudad, supone  un montante económico de 13.900 euros por ejercicio, poco se ha empleado en evitar el paulatino desmantelamiento de los dispensadores de dinero, que siguen siendo vitales especialmente para personas mayores que necesita disponer de efectivo para realizar las compras diarias y que tienen dificultades para realizar otro tipo de operaciones que no sea con el dinero en la mano como toda la vida”, resaltan.

Así, concluyen que muchos ciudadanos han quedado desatendidos y que mediante la propuesta de UPL pueden encontrar un ayuntamiento que “sirva para solucionar problemas en lugar de para crearlos como hasta ahora”.

 

 

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