'Para, acércate y actúa': Cáritas lanza su nueva campaña contra el sinhogarismo para "sensibilizar y llamar a la acción"
Con el lema 'Sin hogar, pero con sueños' Cáritas Diocesana de Zamora busca visibilizar a las personas en situación de sinhogarismo y destacar que "soñar con una vida mejor no debería ser un privilegio, sino algo posible para todas las personas"
Cáritas Diocesana de Zamora ha presentado durante la mañana de este miércoles su nueva campaña contra el sinhogarismo. En esta ocasión, lleva por título 'Sin hogar, pero con sueños'. Según explicaba Ignacio Enríquez, director de Cáritas en Zamora, esta campaña lleva por objetivo principal "visibilizar a estas personas".
Además, bajo la premisa 'Para. Acércate. Actúa', desde Cáritas Diocesana de Zamora tratarán de "sensibilizar a la sociedad, denunciar y cuestionar el modelo socieconómico, proporcionar herramientas y llamar a la acción para lograr una respuesta ciudadana y concienciar". Explicaba Enríquez que las personas sin hogar se enfrentan a "falta de intimidad, dificultades en el acceso a un trabajo o vivienda decentes y problemas relacionados con la salud física o mental". "Necesitan vínculos humandos que les recuerden que aún forman parte de la sociedad", apuntaba.
Señalaba además que Cáritas, durante el pasado año, invirtió 41 millones de euros en sus programas de personas sin hogar. "Cáritas sigue poniendo el centro y la mirada de su acción en la persona, que no abandona a la persona, y lo vincula siempre dede la experiencia del amor de Dios", concluía.
Por su parte, David Marcos, como director de la Casa Betania, manifestaba que "detrás de cada persona sin hogar hay mucho más que una situación de necesidad, hay derechos, hay emociones y también sueños". "Soñar con una vida mejor no debería ser un privilegio, sino algo posible para todas las personas", indicaba.
El pasado año 2024, fueron atendidas en Casa Betania 514 personas, mientras que en este 2025 van ya más de 400. Cada día en el comedor se atienden en torno a 55 o 60 personas. Casa Betania ha atendido y atiende a personas como Francisco, procedente de Sevilla y que llegó a Zamora hace ya casi cuatro años, después de pasar casi dos décadas viviendo en la calle, según él mismo relataba.
"Traía la vida en una mochila y ahora trabajo en la empresa de inserción de Cáritas", comentaba. "Empecé a salir a trabajar muy joven, me quedé sin mi padre muy joven y manejaba bastante dinero para la cabeza y la edad que tenía," contaba Francisco.
Así, Cáritas y la Casa Betania siguen y seguirán atendiendo a personas en situación de sinhogarismo y vulnerabilidad, y en riesgo de exclusión para recordarles que siguen formando parte de la sociedad. Al mismo tiempo, será la propia sociedad la que deberá 'pararse, acercarse y actuar' para, entre todos, mejorar la situación de tantas personas que únicamente buscan ver cumplidos sus derechos y sus sueños.
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