Los vecinos de Pinilla pueden respirar aliviados. Después de unos días convulsos en los que no estaba claro que fueran a tener disponible el servicio de piscina del barrio y disfrutar de las fiestas habituales en el mes de julio, todo se ha arreglado. Todas las partes se reunían a última hora de este pasado lunes y después de varias conversaciones desbloqueaban los problemas existentes.
Así, en cuanto a las fiestas, cuatro pequeños hosteleros de la zona se han unido para conformar una comisión que contará con el apoyo de varios empresarios del barrio para poder hacer frente a los gastos y a la coordinación de la organización de las fiestas. Unas fiestas que tendrá al menos tres noches de disco móvil, actividades para los más pequeños, conciertos y alguna actividad más que se pondrán en marcha la semana del 24 de julio.
Igualmente se ha solucionado el problema de la piscina. Después de varias disputas entre la concesionaria y la asociación de vecinos, relativa a la interpretación del contrato firmado sobre el llenado del vaso, parece que ambos han vuelto a llegar a un acuerdo y la piscina se podrá abrir en tiempo y forma. Si todo va bien, el llenado se hace con celeridad y los permisos municipales llegan a tiempo, el objetivo es abrir las puertas de la piscina este miércoles, tal y como estaba previsto en un inicio.
Por tanto, final agradable para los vecinos del barrio, que vivían con incertidumbre el devenir de los acontecimientos.