El adiós a una legislatura que firmó la tregua en plena campaña


 Las lágrimas de Clara San Damián y los abrazos sin distinción de color político han marcado el último Pleno.

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El Ayuntamiento de Zamora despidió este miércoles la presente legislatura en el último Pleno, a falta de otro como mero trámite burocrático, que ha estado marcado por la emoción de los que se despiden, por el momento para siempre, y los que se quedan con la vista puesta en una nueva legislatura que aún apura los últimos días de campaña. La sesión comenzó con el orden del día, en el que se aprobó el convenio con la Junta para la construcción del Centro Cívico, dando el pase directo al turno de ruegos y preguntas que terminó transformándose en lágrimas y palabras de agradecimiento.

La primera en romper el hielo el adiós fue la concejala no adscrita, en esta legislatura, pero ya número dos de Ciudadanos, Cruz Lucas. Quien quiso despedirse del resto de concejales agradeciéndoles su trabajo, así como a los funcionarios del Ayuntamiento por haberle "facilitado el trabajo" y se despidió "satisfecha" del mismo. Tras ella, el líder de Ciudadanos, Francisco Requejo, también agradeció el trabajo del resto de concejales e incluso tuvo palabras para el concejal del Partido Popular, José Luis González Prada, y el socialista José Carlos Calzada, asegurando que "el Ayuntamiento perdía dos grandes concejales".

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La parte más emotiva estuvo marcada por el discurso de despedida de Clara San Damián. La edil popular se despedía sin tener la vista puesta en las elecciones, puesto que no forma parte de la candidatura, y con lágrimas que incluso le dificultaron iniciar su intervención. Pese a ello, San Damián tenía un mensaje claro: “espero, y deseo que en la siguiente legislatura haya más comunicación entre todos os grupos. No hay nada como estar en la oposición para ver los errores que hemos cometido cuando gobernamos y para ver los que se siguen cometiendo", aseguró la concejala al mismo tiempo que aseguraba que, aunque su rumbo se tornaba ahora a la política nacional, “la vocación de concejal no se pierde nunca y mi compromiso con Zamora y con los zamoranos tampoco".

José Carlos Calzada, concejal socialista que también se despidió sin billete de vuelta, también quiso despedirse no sin antes gradecer "el enorme trabajo de los funcionarios de esta casa" y dejando deberes, con la voz entrecortada por la moción del momento, para los que vengan: "A quien venga solo tengo que decirle que tenga la responsabilidad de gestionar los servicios públicos".

El actual alcalde, y candidato a revalidar título, Francisco Guarido zanjó la tensión dejando atrás cualquier rencilla de esta legislatura agradeciendo el trabajo a "todos y cada uno de los concejales porque este es uno de los puestos públicos más sacrificados y con más entrega, uno es concejal las 24 horas del día", aseguró Guarido al tiempo que deseó suerte a todos de cara a las elecciones, aunque "que todos tengamos suerte es complicado", zanjó.

Tras ello, los 24 miembros de la corporación, que este miércoles despedían la presente legislatura, abandonaron sus respectivas bancadas para dejar a un lado su faceta política y mostrar más su parte humana, con una retahíla de abrazos e incluso nuevas lágrimas dejando a un lado las diferencias ideológicas, al menos por una tarde, mientras en la calle se libra la batalla de la campaña electoral.


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