Los vecinos de San Isidro en la capital han celebrado este lunes su día grande. El atrón de los agricultores ha recorrido las calles del barrio hasta llegar al lugar de la bendición. Un acto de fe necesario en este 2017 puesto que los campos zamoranos se ven afectados por una sequía de gran calibre que ha afectado hasta el 50 % de las cosechas.
La iglesia del Espíritu Santo abría sus puertas a las ocho de la tarde para dar comienzo a la comitiva que acompañó a San Isidro y la Virgen. Un recorrido por las calles del barrio de la capital que estuvo acompañado por decenas de fieles y el tradicional olor a romero.
Un acto, en el que la bendición de los campos, junto a la imagen de San Isidro como patrón de los agricultores, se erige como petición para que los trabajadores tengan una cosecha productiva. Una petición que cobra aún más sentido en este año el que los campos se han visto duramente castigados por las heladas y la escasez de lluvias.
Un año más, y siguiendo con la tradición, el barrio de San Isidro se ha volcado con la procesión acompañando ambas imágenes hasta su regreso al templo de salida.
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