La tradición volvió a renovarse este sábado. Las águedas de la provincia tomaron el mando de la capital con una concentración que tuvo en la Plaza Mayor de Zamora el punto neurálgico de las actividades. Desde las once de la mañana, los diferentes grupos procedentes de la propia capital y de varias localidades de la provincia se juntaron en la céntrica plaza zamorana para comenzar con los tradicionales bailes y sones populares.
A partir de ahí, más bailes, música, degustación de tapas y vino. Eso sí, el ambiente fue algo menos vistoso que en años anteriores. La escasa organización y sobre todo el mal tiempo hicieron que muchas de las águedas decidieran quedarse en casa y no acercarse al punto de encuentro. De esta forma, fueron escasamente un centenar de mujeres las que no quisieron faltar a la tradición.
En torno a la una y media llegó uno de los momentos centrales de la celebración, la entrega del bastón de mando de la Alcaldesa a la Águeda de honor. En esta edición fue María Francisca Roldán, del grupo de Morales del Vino, la encargada de recoger un bastón que ilustra el poder de las mujeres.
Por la tarde, a partir de las cinco y media, última actividad de la jornada con la ofrenda floral a la imagen de Santa Águeda en la iglesia de San Lázaro.
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