El estado del pavimento y las aceras en Zamora, especialmente en su casco antiguo y barrios como La Candelaria, San Frontis, Pantoja y San Lázaro, es motivo de preocupación entre los vecinos. Baldosas levantadas, agujeros y un deterioro constante han generado múltiples accidentes y quejas. Sin embargo, a pesar de las promesas electorales, el Ayuntamiento no ha cumplido su compromiso de reforzar la gestión pública de los servicios.
Vecinos de calles como San Bernabé, San Martín, Sor Dositea y Las Damas, entre otras, han expresado su descontento. "Es raro el día en el que no presenciamos algún accidente de algún vecino que se cae o tropieza", repiten con indignación. Estas solicitudes se han trasladado al equipo de gobierno, pero el problema persiste.
Además, la situación afecta gravemente a personas con movilidad reducida, cuyo número aumenta en una ciudad donde más de 20.000 habitantes tienen más de 80 años. En este contexto, la falta de un equipo público, permanente y bien equipado para el mantenimiento de pavimentos y aceras se considera un problema estructural.
Promesas electorales incumplidas
En campañas previas, se anunciaron compromisos para potenciar los servicios públicos municipales. Sin embargo, el Ayuntamiento ha optado por externalizar estos servicios, como muestra la reciente adjudicación del contrato de mantenimiento y reposición del pavimento por 250.000 euros anuales. Esta decisión, aprobada el pasado martes, llega tarde y contrasta con la disminución progresiva del personal en el equipo municipal de obras.
Los vecinos y organizaciones locales como Ahora Decide critican que un gobierno de izquierdas, en lugar de reforzar lo público, ha aumentado la burocracia mientras reduce personal laboral. Advierten que estos incumplimientos erosionan la confianza de los ciudadanos en sus representantes.
Una prioridad urgente
La situación del pavimento en el casco antiguo, compuesto por cuarcita y granito, es especialmente alarmante, ya que forma parte del patrimonio urbano de la ciudad. El deterioro afecta tanto a la seguridad de los peatones como a la imagen de Zamora.
En pleno siglo XXI, y con una población envejecida, garantizar un entorno urbano seguro y accesible debe ser una prioridad para el gobierno municipal. Los vecinos urgen una solución estructural y el cumplimiento de los compromisos asumidos en las urnas.
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