La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha explicado en su página web que llevar a cabo una nutrición adecuada puede reducir la probabilidad de aparición de otros problemas de salud como enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer. Entre los consejos que proporciona la institución, destaca, además, el consumo de fruta y verdura, la reducción del consumo de sal, grasas y aceites, limitar el consumo de azúcar, una hidratación adecuada y evitar un consumo peligroso de alcohol.
Tal y como recogen algunos periódicos como el AS, según ha explicado en un artículo publicado por la CNBC la psiquiatra nutricional de la Universidad de Harvard, Uma Naidoo, existen hasta cinco tipos de alimentos que debilitan la memoria.
Azúcares añadidos
Un consumo excesivo de este tipo de alimentos "puede conducir a un exceso de glucosa en el cerebro". De este modo, productos como salsas, ketchups, refrescos o productos horneados se incluyen dentro de este grupo. La OMS se ha propuesto limitar la ingesta diaria de azucar en 25 gramos al día, siendo el equivalente a un 5% de la ingesta calórica diaria, según el Consejo General de Enfermería de España.
Carbohidratos con alto índice glucémico
Al igual que sucede con los alimentos con azúcares añadidos, el cuerpo procesa de la misma manera los carbohidratos con alto índice glucémico. Dentro de este grupo, se encuentran productos como el pan blanco, la pasta, los alimentos elaborados con harina refinada, el arroz blanco y las patatas.
Alcohol
Según un estudio realizado por el 'British Medical Journal', aquellas personas que consuman más de 14 vasos a la semana presentan un mayor riesgo de sufrir demencia, a diferencia de otras personas que consuman alcohol de forma mucho más moderada. Además, el consumo excesivo de etanol puede acelerar el deterioro cognitivo.
Alimentos fritos y empanados
Un estudio de la Universidad de Cambridge ha hallado que la puntuación más baja de aprendizaje y memoria se ha producido en personas con una alimentación rica en alimentos fritos, rebozados y empanados. De esta manera, los expertos aconsejan evitar las frituas y apostar por un consumo de alimentos hechos a la brasa o al vapor.
Nitratos
El último alimento incluido son los nitratos. Se utilizan como conservantes durante la elaboración de carnes curadas. Un estudio publicado hace dos años sugiere que los nitratos "pueden alterar las bacterias intestinales e inclinar la balanza hacia el trastorno bipolar".
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