Aplazado el abrazo más esperado entre Zamora y el Sáhara: "Es un palo, pero seguimos con las mismas ganas o más”

Las familias zamoranas esperaban a 23 menores el pasado 3 de julio. Ahora todo depende de una reprogramación de vuelos.

Recepción saharauis Diputación 2017
Recepción saharauis Diputación 2017

Elena Haedo, secretaria de la Asociación Zamora con el Sáhara, responde con voz serena pero cargada de resignación: “Estamos en stand by. Todo está en proceso, esperando que se reprogramen los vuelos”. Y es que el esperado programa ‘Vacaciones en Paz’, que cada verano trae a España a niños y niñas saharauis de los campamentos de Tinduf (Argelia), se ha visto retrasado de forma imprevista.

En Zamora, 23 menores tenían que haber aterrizado el pasado 3 de julio, pero a día de hoy no hay fecha confirmada. “Todo estaba listo: los pasaportes, la documentación, las familias, el autobús para recogerlos…”, lamenta Haedo. La causa del retraso no ha sido local ni regional, sino una incidencia burocrática a nivel nacional.

“Cuando viajan a España, los pasaportes se tramitan de forma conjunta. Y si hay un problema en una comunidad, afecta a todas”, explica.

En este caso, ha sido una cuestión de bloqueos en otras regiones —Castilla-La Mancha o Andalucía, según ha trascendido— lo que ha provocado que el Gobierno argelino detuviera el proceso. “Dijeron: hasta que no esté todo, de aquí no se mueve nadie”, resume Haedo, acostumbrada a lidiar con este tipo de obstáculos tras años de experiencia.

Un verano más corto, pero con el mismo compromiso

El retraso no implica una cancelación, pero sí una reducción inevitable en la duración de la estancia. “Las fechas de regreso no se modifican. El 30 de agosto los menores deben volver, como estaba fijado en el dictado”, aclara. “Así que en lugar de dos meses, serán unas seis semanas. Pero el espíritu del programa se mantiene intacto”.

Esto ha sido un golpe, sobre todo, para las familias que esperaban con nervios e ilusión esta experiencia única. Algunas acogen por primera vez, otras repiten, pero todas tenían el calendario emocional marcado en rojo para esa fecha de llegada.

“Nos da pena por las familias nuevas. Este año lo vivían con muchísima emoción. Y ahora... cada día que pasa, más incertidumbre”, comenta Haedo.

Maletas hechas y autobuses preparados

La frustración ha sido especialmente dura porque todo estaba preparado: las acogidas organizadas, las habitaciones listas, las mochilas con regalos, la logística de recogida coordinada. “Teníamos ya el autobús contratado para ir a buscar a los chavales, todo preparado hasta el último detalle. Y de repente: nada. A esperar”, señala.

Este tipo de contratiempos no son inéditos. Haedo lo sabe bien: “Nos ha pasado otras veces. Incluso de estar esperando en el aeropuerto y que los niños no hayan llegado porque no los montaron al avión. Así funciona esto. Hay que tener paciencia y adaptarse”.

“Estamos preparados para todo. Si hay que ir a Madrid, se va”

Según la planificación original, los niños iban a llegar a Valladolid, punto de entrada para Castilla y León. Sin embargo, en caso de reprogramación, no se descarta que lleguen por otro aeropuerto.

“Si nos dicen que llegan a Madrid, nos vamos a Madrid. Estamos preparados para todo. El objetivo es que estén aquí cuanto antes”, insiste.

A pesar de la frustración, la Asociación Zamora con el Sáhara mantiene su compromiso intacto. “Va a salir adelante. Siempre sale. Es un palo, sí, pero seguimos con las mismas ganas, o incluso más”.

Vacaciones en Paz: más que un programa, una experiencia de vida

‘Vacaciones en Paz’ no es solo una oportunidad para que los menores saharauis escapen del calor extremo y las condiciones difíciles del desierto, también es una herramienta de sensibilización. Durante su estancia, los niños participan en actividades culturales, revisiones médicas y, sobre todo, viven una experiencia de intercambio y afecto.

Este año, Zamora acogerá a 23 menores una vez se confirme la nueva fecha. La Asociación está lista para reactivar todo en cuestión de horas. Y las familias, también. “Solo necesitamos una llamada para poner en marcha todo otra vez. Las mochilas están listas. Las ganas, intactas”, concluye Elena Haedo.

stats