La aplicación de la reválida en Educación Secundaria y Bachillerato se retrasa
El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas han acordado desdoblar en dos reales decretos las evaluaciones de final de Primaria y de final de ESO y Bachillerato. La primera, que depende de las autonomías, se definirá de forma autónoma en un real decreto y comenzará a implantarse el curso que viene, como prevé la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce). Del mismo modo, las pruebas de ESO y Bachillerato se definirán en una norma aparte y, dado que no deben empezar a implantarse hasta 2017, Ministerio y comunidades dispondrán de más tiempo para diseñarlas.
Las evaluaciones de final de ESO y Bachillerato no empiezan hasta el curso 2016-2017 y de forma obligatoria hasta el 2017-2018. Entre otros puntos, podrían redefinirse el diseño de las pruebas (de tipo test en el borrador que manejaba el Ministerio), ciertos criterios de corrección, el peso de cada contenido, etcétera, cualquier aspecto siempre que no afecte al plazo de implantación, que está contenido en la ley. Todos estos aspectos técnicos se abordarán en grupos de trabajo creados a tal efecto.
En la Conferencia Sectorial también se abordaron otros temas, como la realización de un libro blanco sobre la función docente, la convocatoria de un grupo de trabajo a fin de elaborar un Plan Nacional para la Convivencia Escolar, estrategias dirigidas a mejorar la nutrición infantil, la distribución de 363 millones de euros entre las autonomías para implantar la Lomce y el reparto de 24 millones para la adquisición de libros de texto y material escolar por parte de familias con pocos recursos. Estos fondos se podrán invertir en materiales de todos los cursos, no solo en aquellos donde empieza la Lomce.
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