Feliciano Ferrero, responsable de la Fundación Científica de Caja Rural, Nicanor Santos, presidente de Caja Rural de Zamora, y Cipriano García, director general de Caja Rural de Zamora, eran los encargados de abrir el acto de entrega de galardones a los premiados. Todos agradecieron sobremanera la confianza depositada por unos socios y clientes que abarrotaban el salón principal del recinto ferial Ifeza. Igualmente, también felicitaron a los empleados por su trabajo y por seguir en la línea de esa banca cercana por la que tanto apuesta esta entidad.
Una entidad que posee unos valores inherentes a los premios otorgados este viernes, como bien recordaba Nicanor Santos: “los galardones entregados son un faro y camino de los valores de Caja Rural”, apuntaba. Además, también ensalzó la razón de ser de la Fundación Científica: “gracias a los resultados que año tras año os presentamos, podemos devolveros esa fidelidad a través de nuestro balance social. En ese balance social es donde la Fundación figura como un claro exponente de su sentido y beneficio colectivo”, esgrimía.
Precisamente sobre esos buenos resultados ahondaba Cipriano García, hablando de los más de 120.000 clientes, más de 460 millones de euros de inversión, más de 2.600 millones de euros en cuanto a volumen de negocio, un crecimiento mayor del 7 por ciento en el volumen de recursos gestionados y un alza del 16 por ciento en los recursos propios. “Estos datos, junto a los ratios de solvencia y eficiencia nos sitúan a la cabeza de todas las entidades financieras del sistema bancario español”, recordaba el director general de Caja Rural de Zamora.
Tras eso, lanzaba tres peticiones y un mensaje claro. En cuanto a las tres peticiones, volvía a recordar la necesidad de un plan específico para Zamora que supusiera un trato discriminatorio positivo para nuestra provincia y así sobrellevar la situación clara y notoria de empobrecimiento socioeconómico; también reivindicaba un centro agroalimentario tecnológico para Zamora incluyendo el traslado del ITACYL perteneciente a la Junta; y además pedía la construcción de un nuevo Museo Nacional de Semana Santa “icono y referencia nacional e internacional de nuestra tradición, orgullo y bandera. Un centro de peregrinación de la cristiandad y la cultura”.
Todo ello con el fin de transmitir un mensaje claro: “Se necesita unidad, altura de miras correspondiente a la necesidad real del presente, y un empuje con fortaleza para reemprender la senda de este territorio. Si no lo hacemos, nuestros hijos nos lo reprocharán”, finalizaba.
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