Si cualquier niño -y casi cualquier adulto- mira con envidia a los aficionados al aeromodelismo que tienen en sus manos el poder de pilotar desde el suelo un buen aeroplano o, incluso, una turbina carísima y sofisticada, es fácil comprender la sensación que produce una nave futurista en manos de no uno, sino dos, pilotos experimentados.

Tal fue el caso de Rafael Navarro y de su socio, Gonzalo, que captaron la atención de propios y extraños cuando hicieron volar un dron, concretamente, un octocóptero, sobre el río Duero a su paso por Zamora, cerca del Puente Nuevo.

El ingenio de ocho motores y un metro de envergadura emitió un zumbido cada vez más agudo y despegó de forma majestuosa para alzarse de pronto y captar con la cámara que llevaba incorporada las imágenes con una perspectiva que cualquiera querría tener de su ciudad.

Rafael Navarro nació hace 39 años en Zamora pero lleva mucho tiempo con Madrid como cuartel general y recorriendo muchos países, combinando su trabajo de realizador de cine y televisión con la fotografía para la prestigiosa publicación internacional National Geographic.

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído