El sector de las autoescuelas experimenta en los últimos años una preocupante falta de profesores que, en algunos casos, ha obligado a traer profesionales del país vecino para cubrir la demanda.
Una profesión en algunos casos poco atractiva, con una alta media de edad próxima a la jubilación y un costoso e interminable proceso para obtener la titulación son los causantes de que, desde 2021, España no cuente con ningún nuevo profesional capacitado para impartir clases para obtener el permiso de conducir.
El curso para obtener dicha titulación comienza con una fase previa consistente en una prueba teórica y otra práctica similar a la de obtención del permiso para acceder a una fase de formación a distancia en la que los aspirantes han de superar dos evaluaciones de diferentes asignaturas entre las que se imparten conocimientos de mecánica, reglamentación de vehículos pesados, normativa de seguros o seguridad vial.
Esta fase de formación a distancia, no es posible superarla con una sola asignatura suspensa y es condición aprobar la primera evaluación para poder examinarte de la segunda.
Una vez superada esta costosa formación a distancia, los alumnos realizan una última fase de formación presencial que se imparte en diferentes sedes a lo largo de geografía española. Es en este punto donde, a día de hoy, la titulación se encuentra atascada, con los aspirantes de la promoción XXIII esperando desde 2021 y los de la XXIV desde el pasado año mientras que la promoción XV está en camino.
Esta situación ha provocado que, en numerosas provincias como Salamanca, la falta de profesores sea una realidad constatable, teniendo que recurrir al mercado portugués para satisfacer la demanda.
Sin embargo, Zamora y su preocupante despoblación la convierte en un oasis donde no se acusa la falta de profesionales. María José, de Autoescuela Viriato, atiende a este medio destacando que el volumen de trabajo que tienen las autoescuelas zamoranas es bien atendido por los profesionales que ejercen en la ciudad.
‘’La demanda se acusa más en verano, pero, los que estamos ahora somos suficientes’’, señala aludiendo a la falta de población joven como principal causa. ‘’En Zamora cada vez hay menos menores de dieciocho años’’, apunta.
Un negocio cuyos meses por excelencia son los de la temporada veraniega, meses en los que, tal y como apunta María José, ‘’quizá ahí si tengamos que contratar a una persona más o simplemente echando unas horas extras nos dé’’.
Asimismo, no solo la falta de juventud hace que en Zamora cada vez sean menos los que se saquen el permiso de conducir, ‘’la gente tiene que comer y si los precios suben…las cosas están como están pues quitan de esto como es lógico’’, señala.
Y es que, la mayoría de personas que acuden a sacarse el permiso de conducir son estudiantes y en muchos casos aprovechan su estancia universitaria para obtenerlo. La oferta universitaria de Zamora es limitada en comparación con provincias vecinas como Salamanca y Valladolid, lugar donde muchos zamoranos optan por obtener el permiso.
No obstante, la falta de profesores en provincias vecinas e incluso en Madrid, ha provocado que, con la entrada del nuevo sistema para acudir a exámenes prácticos, el sistema CAPA, a cada autoescuela y profesor le corresponden una serie de minutos de examen, teniendo que dejar alumnos en espera y alargando el proceso.
Esta situación ha sido la que ha generado que Zamora ahora reciba a esos alumnos que buscan obtener el permiso con premura. ‘’Viene gente sobre todo a sacarse el de moto, gente que lo necesita para oposiciones y que en Salamanca, Valladolid o Madrid tardan incluso un año y llaman a ver si aquí tenemos hueco.’’
Un paradigma que convierte a Zamora en un oasis dentro de un problema coyuntural a nivel nacional y del que, de momento, en Zamora basta con lo que hay.
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