Castilla y León y el Norte de Portugal refuerzan su alianza estratégica con un nuevo foro empresarial en Zamora

Zamora acogió este martes el primer Foro Empresarial Hispano-Luso organizado por la CEOE de Castilla y León y la Fundación Rey Afonso Enríquez, con el apoyo de la Junta de Castilla y León y la Comisión de Coordinación y Desarrollo Regional del Norte de Portugal (CCDR-N). Una cita que pretende dejar de ser simbólica para convertirse en un punto de inflexión en las relaciones económicas y estratégicas entre ambas regiones.

“Nuestra cooperación no es una utopía, es una realidad”, proclamó Jorge Sobrado, vicepresidente de la CCDR-N, quien defendió la urgencia de articular “una estrategia conjunta frente al reto demográfico, climático y tecnológico”.

Durante el acto, se abordaron múltiples ejes: desde el estado de las infraestructuras hasta los sectores económicos prioritarios, pasando por el papel de la innovación y los fondos europeos en la reactivación de las zonas de La Raya.

Luis Miguel González Gago, consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León, destacó los sólidos datos económicos de la comunidad:

“Crecimos un 3,5% en 2024, lideramos la producción industrial y las exportaciones, y tenemos una tasa de paro del 8,7%”, dijo. También destacó que nunca antes había trabajado tanta gente —especialmente mujeres— en la comunidad autónoma.

El consejero subrayó que la alianza con Portugal no es “una cuestión sentimental ni geográfica, sino una decisión estratégica para dotar de futuro a más de 175 municipios de Salamanca y Zamora”. Anunció además la inminente aprobación del Plan Especial de Desarrollo de La Raya, que supondrá una importante inyección de inversión pública.

También recordó la puesta en marcha de los CIS (Centros de Innovación Social) en territorios rurales como Puebla de Sanabria, Ciudad Rodrigo o La Bañeza, con el objetivo de convertirse en polos de atracción empresarial y retención del talento.

Desde el sector empresarial, el presidente de CEOE Castilla y León, Santiago Aparicio, lanzó una advertencia clara:

“Llevamos demasiado tiempo perdiendo sinergias. Hay que dejar de improvisar y marcar ya objetivos y fechas concretas”, dijo. También reclamó la creación de comisiones estables para dar seguimiento real a los compromisos adquiridos.

Aparicio señaló como ejemplo paradigmático la paralización histórica de la carretera nacional N-122.

“Es una infraestructura que conecta Oporto y Barcelona, dos potencias económicas del sur de Europa, y sigue sin estar completada 25 años después. No podemos permitirnos más dilaciones”, denunció.

El representante de la Asociación Empresarial de Portugal (AEP), Alejandro Almeida, fue el más rotundo en sus valoraciones:

“Si no cooperamos, moriremos lentamente. Pobres, viejos, contentos en nuestro aislamiento, pero cada vez peor”.

Añadió que la fragmentación institucional e innovadora entre territorios solo puede resolverse “creando cadenas de valor transfronterizas reales”.

“O trabajamos juntos en un nuevo modelo de desarrollo o seguiremos quejándonos mientras no cambia nada”, sentenció.

También apeló a ampliar la mirada más allá de Europa:

“España y Portugal deben aprovechar su vínculo histórico con el sur global: Brasil, Argentina, Chile, México... Son mercados estratégicos para una salida conjunta”.

En la misma línea, Jorge Sobrado insistió en que esta alianza debe ser también una voz política común en Europa:

“Tenemos que influir juntos en la nueva política de cohesión y en el marco financiero plurianual. En un mundo de alianzas inciertas, las alianzas vecinales deben fortalecerse”.

El foro también sirvió para identificar sectores clave para el crecimiento compartido, entre ellos:

• Agroalimentación y productos de kilómetro cero
• Turismo de naturaleza y patrimonio
• Automoción y movilidad sostenible
• Biotecnología, farmacéutica y ciberseguridad
• Servicios sociales, dependencia y protección civil
• Transición energética y economía verde

Aunque todos los intervinientes coincidieron en la riqueza de oportunidades, también compartieron un diagnóstico común: estamos llegando tarde y urge actuar con rapidez. “Este es solo el primer foro empresarial, y eso ya dice mucho. Debimos empezar hace años”, lamentó Almeida.

Los organizadores confirmaron que ya se trabaja en futuras reuniones, tanto institucionales como sectoriales, para dar seguimiento a los compromisos adquiridos y activar proyectos comunes aprovechando los fondos Interreg y otros recursos de la política de cohesión europea.

“Hoy no podemos irnos sin al menos un proyecto concreto, una hoja de ruta y una fecha marcada. Otro tren no se nos puede volver a escapar”, cerró Aparicio.