Las ventas del comercio minorista en Castilla y León han bajado un 5,5% en la tasa anual de marzo, según los datos del INE en lo que viene a ser una tendencia que ya se ha hecho crónica y que hace necesaria una respuesta contundente por parte de las administraciones.
Así lo entiende AZECO, que urge un paquete de ayudas directas a un sector que lleva más de dos años acumulando descenso en sus cifras de negocio y que se muestra ya incapaz de encajar más resultados negativos.
La actual coyuntura económica, sujeta a una enorme inflación y las escasas perspectivas de que la crisis internacional cese a corto-medio plazo hacen necesaria la decisiva apuesta de las administraciones por salvar al comercio de Castilla y León, que es vital para la economía de la región, con 142.000 empleos, de los que 41.000 son autónomos, 33.000 locales y un peso de más del 14% en el PIB regional.
“Necesitamos ayudas directas para ayudar a la maltrecha liquidez de nuestros negocios, así como un impulso a la modernización del sector y al fomento del consumo”, consideran el presidente de CONFERCO, Adolfo Sainz y Ruperto Prieto, presidente de AZECO.
El presidente de AZECO y de CONFERCO recuerdan que la importancia del sector se extiende más allá de lo económico hasta lo social. “La situación se convierte en crítica cuanto más pequeño es el negocio y estamos seriamente preocupados por la de las pequeñas tiendas del mundo rural, que son las que están dando servicio a vecinos que, por distancia o por elevada edad, no pueden desplazarse a comprar productos de primera necesidad a otros municipios”.
“Necesitamos con urgencia ayudas para salvar negocios, pero también para garantizar el abastecimiento en el entorno rural”, y solicitan al nuevo Gobierno regional la puesta en marcha del Plan de Comercio, cuya presentación fue interrumpida el pasado mes de diciembre por el adelanto electoral.
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