Es una de las peticiones más demandadas por el sector turístico de nuestro país. Y no solo eso, otros sectores como el empresarial también lo comparten. La idoneidad de desplazar al lunes o al viernes una fiesta que cae en martes, miércoles o jueves es respaldada por un importante número de ciudadanos, pero de momento las peticiones están cayendo en saco roto.
“Nosotros no damos esa batalla por perdida”, incide el presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería, Óscar Somoza, que apunta uno de los motivos por los que desde el Ejecutivo Nacional no se toma esa decisión: “Creemos que por los datos que nos dio el Gobierno el hecho de cambiar las fiestas era un problema Iglesia - Estado, sobre todo el cambiar las fiestas de carácter religioso, que son muchas”.
Somoza expone que se trata de una situación que tendría muchos beneficiarios: “Sería bueno para todos porque la industria no se pararía en mitad de la semana, el turismo saldría favorecido y los ciudadanos también tendrían más opciones”, relata el representante de los empresarios de hostelería, que insiste en que es una asignatura que todavía no la han dado por perdida.
“Tiene que imperar el sentido común, mirar por la productividad y llevar a cabo hechos que sirvan al país para salir adelante. Y creemos que una de las formas más claras para eso es que las fiestas pasen al lunes o al viernes cuando caen en martes, miércoles o jueves”, zanja Óscar Somoza.