El ejercicio también resulta muy necesario en la gestación del bebé puesto que ayuda a eliminar líquidos y a preparar los músculos para el parto. Es importante saber que el trabajo en el agua ayuda a sentirse a la madre más ligera, sostenida y segura con el uso de movimientos más libres y sin ningún riesgo para ambos. 

Además, al igual que con los bebés, la mayor densidad del agua en piscinas saladas como la de Oceanic favorece su flotabilidad. Cruz, de 31 años, y embarazada de 27 semanas, es usuaria del centro y en su tercer día de clase ya se muestra contenta por los resultados: “vine por recomendación de unos amigos y porque me dolía la espalda por el peso del bebé, en el agua estoy muy relajada y ya noto menos dolor, además para la piel viene superbien”, cuenta. 

Una mejor circulación del riego sanguíneo o el aprendizaje de técnicas respiratorias son otros de los beneficios de la natación durante el embarazo en un deporte acuático adaptado que no supone riesgos ni para la madre ni para el bebé. “Simplemente el hecho de caminar en el agua ya supone una rehabilitación cardiovascular bestial”, expone la directora del centro, quien también destaca el ejercicio posparto en el agua para tonificar y reforzar progresivamente los músculos que han sufrido más durante el embarazo. “El cuerpo de una persona que recientemente ha dado a luz aún no está preparado para ponerse a correr por la calle, el suelo pélvico está tocado porque ha sujetado un peso considerable durante nueve meses y el ejercicio de impacto es contraproducente. Sin embargo, en el agua ese impacto es nulo”.

 

Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios

Lo más leído