El Hospital Virgen de la Concha ha acogido la celebración del Día Nacional de la Infancia y la Adolescencia Hospitalizada, un día en el que los profesionales sanitarios quieren que se reconozca en el ámbito nacional.
El personaje de Stitch cobró vida y se trasladó hasta las puertas del hospital zamorano con un motivo muy especial. La jornada trajo globos y la visita de otros personajes de dibujos animados con un objetivo claro: regalar una dosis de alegría a los pequeños valientes hospitalizados.
Fue un día en el que los besos lanzados se convirtieron en cometas que volaron hacia las ventanas de los niños ingresados. Un abrazo desde la distancia, un mar de besos.
El doctor Ochoa, que encara su último año como profesional sanitario, fue el encargado de leer el manifiesto que puso en valor la importancia de cuidar y visibilizar a los niños y adolescentes que atraviesan momentos difíciles en el hospital.
Cristina Lázaro, enfermera del Virgen de la Concha, presentó su cuento 'Érase una vez la salud', una narración que busca acercar el concepto de salud a los más pequeños a través de la lectura. El cuentacuentos se centró en la importancia de las vacunas para eliminar los "malvados' virus e infecciones. La protagonista tomó el nombre de la vacuna Bruna, que se convirtió en heroína para acabar con las enfermedades "con mala cara".
“La idea de conmemorar el 13 de mayo surge desde hace varios años”, ha apuntado María Teresa Gil, jefa del Servicio de Pediatría. “Queremos que se institucionalice como un día especial para recordar a los niños hospitalizados”. Aunque aún no es un día festivo oficial, destaca que “los ingresos hospitalarios han disminuido gracias a la buena atención primaria y las campañas de vacunación”, aunque aclara que “siguen existiendo patologías prolongadas, como procesos respiratorios, digestivos o fiebres, que requieren hospitalización”.
La música también tuvo su espacio con la actuación en directo de los artistas zamoranos Adrián Lorenzo, a la guitarra, y la dulce voz de Eva Ares, quien puso la melodía a este día especial con canciones como 'Aleluya'.

El broche final lo puso la reproducción de 'Un beso redondo', de Conchita, que se ha convertido en un himno de esperanza. Entre saltos y abrazos, los niños y niñas que se reunieron a las puertas del Virgen de la Concha trasladaron su ánimo a todos los niños que permanecen en el hospital.
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