Las chicas presentan una brecha mayor entre la nota de Bachillerato y la de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) que los chicos.
En concreto, en el periodo 2013-2020 las alumnas obtuvieron de media una nota de Bachillerato más alta que la nota de la prueba de acceso a la Universidad (1,07 puntos de diferencia) en comparación con los chicos (0,82 puntos de diferencia).
Así lo refleja el estudio 'La subida de las notas de Selectividad: ¿Inflación o competición?' presentado por Esade, que señala que en los últimos años la nota media de esta prueba ha aumentado de un 8,75 sobre 14 en 2015/2016 a un 10,34 en 2021/2022, un aumento que se observa en todas las comunidades autónomas.
La investigación ha sido realizada a partir de los datos del Sistema Integrado de Información Universitaria del Ministerio de Universidades, que incluye a todos los estudiantes que han realizado la Selectividad desde 2013, y sus resultados en los componentes de la nota final de la Selectividad, que son tres: la nota de todo Bachillerato (6 puntos), las asignaturas obligatorias para cada modalidad de Bachillerato (fase general; 4 puntos), y las optativas (fase específica, vigente desde 2010; 4 puntos extra).
En promedio, la nota media de Bachillerato es superior a la nota de la fase general durante todo el periodo, aunque la brecha entre ambas ha disminuido con el tiempo y experimentó cambios sustanciales con las modificaciones de la prueba en 2017 y 2020.
El informe subraya que la brecha es positiva a favor del expediente de Bachillerato a lo largo del periodo, aunque tuvo una tendencia decreciente entre el 2013 y el 2016. En 2017, con la nueva EBAU, la brecha aumentó considerablemente (un 30,9%), porque la nota de Bachillerato subió ese año mientras que la de la fase general bajó.
En este sentido, concluye que lo primero podría deberse a que, dada la incertidumbre en 2017 sobre la prueba de acceso y la nueva regulación que dejaba al alumnado con menos posibilidades de obtener buenas calificaciones en la fase general y específica, los alumnos "se esforzasen más por obtener buenas calificaciones en Bachillerato, y los profesores tratasen de compensar la caída que los alumnos podían sufrir por decisiones ajenas y precipitadas en el tiempo".
Sobre los motivos detrás de la caída de la nota de la fase general, el estudio lo achaca a que se reduce la opcionalidad en esta fase y los alumnos "se ven obligados a presentarse a materias que quizá inicialmente habían descartado", por lo que afirma que "si no hubiera habido una reforma precipitada, la tendencia de la brecha habría continuado a la baja".
El otro gran cambio que recalca la investigación tuvo lugar entre 2019 y 2020, año de pandemia, en el que la prueba general aumenta su opcionalidad. En este curso la brecha entre la nota de Bachillerato y la fase general cae en un 18%, pues, aunque ambas aumentan, la nota de la fase general crece sustancialmente más (0,33 puntos) que la nota de Bachillerato (0,14 puntos).
"Cabe pensar que esto se deba a la mayor opcionalidad de la prueba intra-materia, dado que amplía el abanico de posibilidades para que el alumnado demuestre su conocimiento, obteniendo así calificaciones más altas", explica el documento.
Asimismo, el estudio precisa que la brecha entre la nota de Bachillerato y la nota de la fase general es "sustancialmente mayor" para los alumnos con mejores notas en Bachillerato, pero las diferencias han tendido a converger con en la última década.
LA BRECHA AUMENTA EN LOS ALUMNOS CON MEJORES NOTAS
De media, los alumnos que se sitúan en el 20% con mejores notas en Bachillerato obtienen 1,25 puntos más en la nota del expediente de Bachillerato que en la prueba de la fase general de Selectividad, mientras los alumnos que se sitúan entre el 20% con notas más bajas presentan una brecha de 0,59. Sin embargo, estas diferencias por nota de Bachillerato han tendido a converger en el tiempo.
Al disminuir la opcionalidad en 2017, son el 20% de alumnos con más nota en Bachillerato los que menos incrementan su nota de Bachillerato, y también los que menos reducen su nota de la fase general, mientras que el resto de los alumnos reduce más su nota de la fase general y aumenta más su nota de Bachillerato, por lo que la brecha para ellos "se incrementa sustancialmente".
Para mejorar la Selectividad fomentando "la competición justa y evitando los fenómenos de inflación de notas", el estudio propone incrementar de nuevo la opcionalidad y derogar la reforma de 2017, protegiendo la fase específica de la prueba que trajo "mayor competitividad y aprendizaje"; o eliminar las medidas excepcionales que se tomaron en 2020 como consecuencia de la pandemia que han producido "un efecto inflacionario en las notas".
También apuesta por reducir el peso del expediente académico del Bachillerato al 50 o 40% por ciento sobre la nota final de admisión; aumentar la "coherencia y objetividad" de la evaluación mediante pruebas "más comparables" entre comunidades autónomas y un sistema de corrección "más fiable"; y por seguir avanzando en el desarrollo de una "prueba de madurez que permita una mayor coherencia y provoque cambios curriculares y mejoras de aprendizaje reales".
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