La cooperativa de crédito presentaba este martes su balance del año 2020 con un beneficio de algo más de 24 millones de euros y después de haber sido muleta indispensable, con sus acciones especiales, para que empresarios, autónomos y particulares hayan sobrellevado de mejor manera la crisis del coronavirus
Caja Rural de Zamora presentaba este martes en su centro social el balance y la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio 2020 de la entidad. El primero en tomar la palabra fue el presidente, Nicanor Santos, que reconoció que 2020 trajo el peor escenario social y económico “en muchas décadas” por la irrupción de la pandemia. Por eso quiso agradecer la confianza depositada por los socios y clientes, además de reconocer el trabajo de toda la plantilla ante el “esfuerzo, sacrificio, entrega y dedicación” puestos en un año “tan dramático”.
Pese a ese escenario pandémico, Santos reconoció que la entidad hay “satisfacción” por los resultados obtenidos: “Ha sido un período que nos ha obligado a poner lo mejor de cada uno de nosotros”, a la vez que confirmaba: “Hoy más que nunca es necesaria la banca local y nuestro modelo se sigue consolidando en base a nuestro crecimiento tranquilo y firme”. “El resultado económico de 2020 refleja el desarrollo y crecimiento del modelo de banca de cercanía”, finalizaba el presidente.
Tras eso tomaba la palabra el director general, Cipriano García, que iniciaba mostrando su “enorme satisfacción” al presentar los datos, que siguen siendo positivos “de forma consolidada en el tiempo”, máxime en un año “complejo” marcado por la pandemia.
“Hemos consolidado el modelo de banca local y de cercanía. Hemos cumplido sobradamente la media de las previsiones que teníamos como entidad propia y comparándolo con el resto de entidades financieras. Nuestros ratios de solvencia y eficiencia demuestran que hemos dado el do de definitivo, si es que no lo habíamos hecho ya. Nuestra forma de hacer banca se ha acreditado este año de forma clara. Somos la entidad financiera local por excelencia gracias a la fidelidad de la sociedad zamorana. Seguir creciendo en solvencia y nuestros resultados nos facilitan que cada año seamos capaces de atender a más empresas y más familias en sus necesidades”, reflexionaba antes de pasar a desgranar los datos, basados en el “rigor” y en el “esfuerzo” como “pilares de la entidad”.
En cuanto a los números, por destacar los más relevantes, la Caja Rural aumentó su negocio un 18 por ciento, cifra que casi doble la del año pasado, hasta alcanzar los 4.350 millones de euros. Es importante resaltar que el crédito nuevo a empresas y particulares durante 2020 creció un 33,1 por ciento, hasta los 859 millones de euros. Además, la inversión crediticia aumentó un 19,8 por ciento, por encima de los 13,1 por ciento del curso anterior. Por otro lado, también resulta llamativo que Caja Rural de Zamora concedió durante 2020 el 70,8 por ciento de los saldos de las nuevas operaciones hipotecarias.
Todo esto permite que Caja Rural de Zamora sea la mayor entidad financiera de Zamora en cuanto a cuota de mercado, copando el 40,8 por ciento de la inversión y el 28,9 por ciento en depósitos bancarios de la provincia. Además, en lo relativo al sector primario, la entidad tuvo hasta 5.209 solicitudes de la PAC domiciliadas, de las 9.568 que se solicitaron en Zamora, lo que supone el 52,44 por ciento del total.
Por otro lado, los recursos propios alcanzan los 256 millones de euros, lo que supone un alza del 10,7 por ciento respecto al dato del año anterior, y el ratio de solvencia se sitúa en el 17,2 por ciento. Igualmente, han logrado sanear de forma muy importante los activos problemáticos, de manera que la tasa de mora se sitúa en el 24,2 por ciento, con un descenso de casi el 20 por ciento sobre el dato del año anterior. Por último, el ratio de eficiencia de la entidad es del 44,3 por ciento, con un descenso del 1,2 por ciento.
Al margen de estos números, también es importante reseñar que Caja Rural de Zamora cerró el año 2020 con 299 empleados, 93 puntos de atención al cliente entre Zamora, León, Valladolid y Orense, 52.000 socios, 146.000 clientes y 242 cooperativas asociadas a la Caja Rural de Zamora. Todo en una entidad que en 2020 obtuvo un beneficio neto de 24,7 millones de euros.
Todos estos buenos datos se traducen, además, en que Caja Rural de Zamora invierte la mayor parte de sus recursos captados (un 78,4 por ciento) para el desarrollo económico de nuestros territorios. Hay que apuntar que en Zamora, el resto de entidades apenas invierten un 38 por ciento. Una de las pruebas más claras de la implicación de Caja Rural con la sociedad es el Plan de Ayudas Covid-19, que ha consistido en hasta once acciones concretas para beneficiar a empresas, autónomos y ciudadanos en general. Acciones como la eliminación del cobro de comisiones en datafonos a los negocios sin actividad, el adelanto del pago de las pensiones, el delante de las prestaciones sociales, la campaña del 10% o el plan de flexibilización de préstamos, entre otros.
A todo eso se une la labor que sigue desarrollando la Fundación Caja Rural, que es el motor del área socio cultural de esta sociedad con aportaciones a actividades culturales, sociales, medioambientales o deportivas, entre otras.
“Quiero agradecer a la sociedad su acercamiento y participación en este proyecto de entidad local. Estos resultados son el fruto de una política de esfuerzo y humildad al servicio de todos. El cooperativismo y por lo tanto nuestro modelo de banca personal, de banca de proximidad, continúa gracias a la participación de más empresas, colectivos, asociaciones, instituciones y particulares. Los resultados de este proyecto revierten directamente sobre la sociedad y ahí la sociedad es donde nuestro modelo de responsabilidad social destaca como un pilar de crecimiento social y económico”, zanjaba Cipriano García, que finalizaba diciendo: “Caja Rural de Zamora se ha volcado en ayudar a la sociedad, consolidando nuestro modelo de banca local, cercana y de las personas”.
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