A falta solamente del repintado de las marcas viales (señalización horizontal), la calle Brahones se encuentra de nuevo abierta al tráfico después de las obras de renovación del firme y ensanche de las aceras que ha llevado a cabo el Ayuntamiento, con el objetivo de mejorar la seguridad en el tráfico y facilitar la accesibilidad peatonal y la movilidad urbana.

Esta calle del barrio de Pantoja, que comunica la plaza de Fernando III con la avenida de Federico Cantero Villamil, presentaba un elevado deterioro en el pavimento y contaba además con aceras estrechas y de difícil tránsito debido a la habilitación del aparcamiento en batería en uno de los laterales. La mejora de la accesibilidad se ha conseguido con la ampliación de las aceras que han pasado a tener unos dos metros de anchura dejando un espacio para la calzada de 5,40 metros. Para ello se ha cambiado el estacionamiento en batería, en el que los vehículos aparcados reducían aún más el espacio transitable de la acera, por un aparcamiento en línea que no dificulta el tránsito peatonal.

Los trabajos comenzaron a mediados del pasado me de octubre con el levantamiento de las aceras existentes para poder llevar a cabo la nueva ordenación de los espacios, lo que incluía también la construcción de nuevos sumideros, el recrecimiento de las arquetas y pozos de registro. El proyecto incluía también la adecuación de rebajes en las aceras para los accesos a garajes y los pasos peatonales, así como la reposición de la señalización vial y la dotación de mobiliario urbano.

Las obras de ensanche de las aceras han tenido un coste de alrededor de 40.000 euros, a los que hay que sumar la pavimentación, que se incluye dentro del último Plan de Asfaltado que está llevado a cabo el Ayuntamiento.

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