Una ola de calor tras otra han hecho mella en la salud de los zamoranos, haciendo que empeoren las patologías de muchos de ellos y acabando con la vida de más de una treintena de personas.
El calor y el frio son dos condicionantes que afectan todos los años en los fallecimientos, aumentando la mortalidad, siendo uno de los factores que el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) para poder reducir el impacto de cualquier evento de importancia en salud pública como ocurrió con la llegada del coronavirus.
Este año el calor está siendo un factor especialmente relevante, con varias olas de calor seguidas, especialmente en julio, cuando el calor fue asfixiante, lo que provocó 22 fallecimientos en la provincia. Este es, hasta la fecha, el peor mes desde que tiene constancia el MoMo, superando los 12 fallecimientos del junio de 2017.
En el global del verano y cuando Zamora todavía está inmersa en una ola de calor, han fallecido 32 personas a causa del calor, haciendoo que sus enfermedades empeoraran por las altas temperaturas.
Exceso de fallecimientos
El calor está siendo uno de los factores, aunque no el único, que están llevando a 2022 a ser un año con un alto exceso de muertes atribuibles a todas las causas, con 276 cuando todavía restan cuatro meses. Desde el año 2015, el 2022 ya es el tercer año con mayor exceso de mortandad en la provincia, únicamente superado por 2019 (298) y 2020 donde la pandemia del coronavirus se notó de forma muy dramática y hubo un exceso de fallecimientos de 607 zamoranos.
Por meses, julio con más de un centenar (106) fallecimientos no estimados, es el peor mes para la provincia, por delante de agosto que, sin haber acabado, ya acumula 45.