Hace 32 años que Protección Civil puso en marcha una iniciativa para que la cena de Nochebuena fuera especial para las personas más desfavorecidas, ya sea por la pobreza o por la soledad. Una idea que se fraguó tras darse cuenta de que los comedores sociales repartían las comidas en estas fechas, pero para ser consumidas en el lugar de residencia de cada necesitado.
"El calor humano es lo más importante en estas fechas. Más allá de tener un plato en la mesa, sentirse acompañado es lo más importante", tal y como asegura el jefe de la agrupación Moncho Trigueros, ya que poner freno a la soledad es lo que verdaderamente alimenta el alma.
Por todo ello, en este 2022 el comedor cedido por el Corazón de María ha vuelto a ser el epicentro de la solidaridad y de la compañía para dar de cenar a cerca de medio centenar de personas en situaciones desfavorables y que han podido disfrutar de un menú completo y de la compañía en esta Nochebuena.
A las seis y media de la tarde un autobús dejaba en el Corazón de María a casi cuarenta comensales. Nada más llegar, todos se reunían alrededor de una mesa y comenzaban a degustar los productos donados por las más de treinta firmas colaboradoras con el evento. Embutidos, empanadas, langostinos y patés fueron los aperitivos; las sopas variadas fueron los entrantes; y de plato principal carnes variadas y pescados acompañados de pimientos, setas y ensalada. Para el postre, fruta variada y postres navideños
A las nueve de la noche, y con el autobús ya de vuelta, los voluntarios de Protección Civil envolvían los excedentes de comida para llevarlos a los comedores de las monjas de la caridad. El 25 de diciembre, los voluntarios regresarán al colegio Corazón de María para dejar el comedor de este centro educativo tal y como lo encontraron, a la espera de que el año que viene vuelva a celebrarse esta tradicional cena que busca hacer sentir la Navidad a aquellos que por diferentes circunstancias se encuentran en situaciones muy complicadas.
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