Las figuras vestidas a la usanza de la corte del Siglo XVII, "como contrasentido de la vida, la riqueza que debió acompañar a la llegada del Hijo de Dios a la tierra, y sin embargo fue todo lo contrario, nació humilde pobre, discreto, en un portal, iluminado solamente por las estrellas de la noche".
Acompañan a tan anacrónica escena, los símbolos de pasionistas: "Hemos de recordar que la finalidad de Jesús de venir a este mundo es para que el mundo se salve por Él", explican los responsables de la decoración.