Finalmente, el criterio de la Confederación Hidrográfica del Duero se impuso y Carrascal tendrá una depuradora propia y autónoma. Así lo ha anunciado este lunes el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, que se ha mostrado enormemente satisfecho con el organismo por dar "una solución en tiempo récord" a pesar de que el Ayuntamiento defendía la opción de conectar las tuberías del barrio con la EDAR de la capital: "Me imagino que la decisión habrá respondido a motivos económicos. Sea como sea, nos conformamos con esta", ha afirmado el primer edil de la ciudad, que ha hablado de ejecución "inminente de las obras".
De hecho, ya durante la semana pasada, los técnicos de la Confederación, con ayuda de sus homólogos municipales, estudiaron el terreno y decidieron que la instalación se ubicara en un punto, aún no determinado con exactitud, por debajo de la plaza de Gurrieta, en una ladera que va a dar al río: "Hay tres posibles funcas, todas ellas juntas", ha explicado Guarido, que ha apuntado que la fecha de inicio de los trabajos dependerá de si la parcela escogida finalmente es pública o privada, ya que en el segundo de los casos debería realizarse una expropiación.
En todo caso, el alcalde de la ciudad ha señalado que espera que la obra arranque "cuanto antes" y ha hablado de un plazo de ejecución "de tres a seis meses" una vez se dé el pistoletazo de salida: "El proyecto está determinado y es un sistema prefabricado", ha aclarado Guarido, satisfecho ante la perspectiva de que el Ayuntamiento se haga cargo tan solo del mantenimiento de una instalación que le costará unos 250.000 euros a la Confederación.
Lo que sí tendrá que sufragar el Ayuntamiento es el arreglo de los caminos que conducen a la ubicación de la depuradora, unas vías por las que tendrán que subir y bajar los camiones que se precisan para la realización del mantenimiento.
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