Al hablar de carreteras marcadas por los accidentes en Zamora es hablar de la N-122 en líneas generales, pero en lo referido a percances a causa de animales esta queda relegada a una tercera posición en la provincia con sus 799 incidentes en diez años, repartidos en 794 casos de daños en vehículos y cinco víctimas.
Un puesto por delante se encuentra la N-631, que une la N-630 a la altura del embalse de Ricobayo con la N-525 en las cercanías de Rionegro del Puente. Con sus 1.224 casos repartidos en 1.216 incidentes con daños y 8 con víctimas, ocupa el segundo puesto por detrás de la propia N-525.
Uniendo Benavente con Santiago de Compostela, la N-525 se ha alzado en el primer puesto en número de accidentes a causa de fauna en el período comprendido entre 2010 y 2020, sumando un total de 1.542 percances. Desgranada, la cifra resalta 1.530 con daños en vehículos y un total de 12 víctimas mortales en diez años, dejando el dato de 154 accidentes por año y más de un fallecido en la carretera.
Otro foco 'negro' en forma de carretera que, al igual que la ya conocida N-122, se erige, en otra categoría, como el lugar más temido a la hora de circular por la provincia ante la posibilidad de cruzarse con algún animal de los que abunda por la zona y puede llegar a atravesar la calzada.